El 13 de mayo de 1917, tres pastorcitoss de entre 7 y 10 años afirmaron haber visto a la Virgen María sobre una encina en Cova da Iria, en aquel entonces, un terreno pedregoso cercano a la localidad de Fátima, Portugal. Esa "Mujer más brillante que el sol" se les apareció otras cinco ocasiones en los meses siguientes.