La abadía de Jumièges, situada muy cerca de la ciudad de Rouen, se levantó a la entrada de un meandro del río Sena- en el siglo VII y es uno de los más antiguos y más grandes monasterios benedictinos de Normandía.

Se sostiene que fue fundada en 654 por San Filiberto, quien, después de su estancia en varios monasterios, impulsó la creación de este de Jumièges.

La reina Bathilda, esposa de Clodoveo II, lo ayudó con la cesión de los terrenos necesarios para el nuevo establecimiento.

Debido a un conflicto con la corte, Filiberto abandonó Jumièges y se retiró a Noirmoutier (Vendée), donde fundó una nueva abadía, y una vez restablecida la situación, regresó a Jumièges. Además de convertirse en un foco apostólico, lo fue también económico, pues Filiberto enseñó a los habitantes de la costa a preparar salinas.

El 682, San Acardo, fue designado abad de Jumièges. San Hugo de Rouen,fue tambien Abad y Obispo de Jumièges.

En año 841 los normandos, tras atacar Rouen, asaltaron, saquearon e incendiaron el monasterio en varias ocasiones, obligando a la comunidad a buscar refugio en la región de Cambrai (Norte) y dejando abandonado Jumièges durante una decena de años.

Alrededor de 930 Guillermo I de Normandía, hace venir una comunidad de Vienne para comenzar el renacimiento monástico de Jumièges, pero su muerte truncó el proyecto que no se volvió a emprender hasta comienzos del siglo XI.

Durante la primera mitad de aquel siglo se restauró la iglesia abacial.
La guerra de los Cien Años le afectó de manera directa prolongándose la situación desde mediados del siglo XIV hasta el 1450.

La entrada del régimen comendatario (1464) y el relajamiento de las costumbres no ayudaron a su recuperación.

En las guerras de Religión, en 1562 los monjes tuvieron que huir mientras la abadía era saqueada. 
En 1660 comenzaron las reformas llevadas a cabo por la congregación de San Mauro, que se hizo cargo de la recuperación tanto material como espiritual de Jumièges.

La Revolución llegó cuando aún estaba en plena reconstrucción y en 1795 el monasterio pasó a manos particulares y comenzó su demolición sistemática hasta el 1824 fecha en que se detuvo. 
En 1853 pasó a manos de la familia Lepel-Cointet, que modificó algunas de sus estructuras para convertirlas en residencia.

En el año 1946 el lugar pasó a manos públicas, convirtiéndose en un lugar histórico protegido y comenzando la consolidación de sus restos.

La abadía, finalmente, se convirtió en propiedad del departamento de Seine-Maritime en 2007.

Fuente: http://ermitiella.blogspot.com/…/la-abadia-de-santa-maria-d…

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