La Hermana Lucía (1907-2005), vivió muchos años más tras la muerte de Francisco (1919) y Jacinta (1920).

En octubre de 1925, Lucía ingresó como postulante en el Instituto de las Hermanas Doroteas, adoptando el nombre de María de los Dolores. Pasó 27 años en dicho Instituto, primero en el Monasterio de Pontevedra y más tarde en el de Tuy. El 25 de marzo de 1948, abandonó esta orden religiosa para ingresar en el Carmelo de Coimbra, donde pasó los restantes 57 años de su vida.

Después de la aparición del 13 de julio de de 1917, Lucía recibió dos revelaciones importantes: la primera en 1925 en Pontevedra, la segunda, el 13 de junio de 1929 en Tuy.

Durante la aparición del 13 de julio de 1917, Nuestra Señora le dijo: «Vendré para pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados».

El 10 de diciembre de 1925, estando Lucia en su celda de Pontevedra, se le apareció Nuestra Señora, para solicitarle la propagación de la Devoción Reparadora de los 5 Primeros Sábados de Mes.

El 13 de junio de 1929, Lucia, ya en el convento de Tuy, recibió una nueva revelación de Nuestra Señora, que le dijo: «Ha llegado el momento en el que Dios pide al Santo Padre que, en unión con todos los obispos del mundo, consagre Rusia a mi Inmaculado Corazón».

 

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