20 ¿Cuál es el sentido de la séptima aparición de La Virgen en Cova da Iría?
⚠️ En un momento en el que Lucia dudaba si la decisión de su Obispo era la correcta o no, La Virgen se le aparece por última vez en Cova da Iría para asegurarle que debe obedecer al Obispo; que ahí está la voluntad de Dios.
Es como si le dijera: “A partir de ahora encontrarás la voluntad de Dios en la Iglesia”.
💌 Es una invitación a todos nosotros para que sigamos y obedezcamos a la Iglesia, pues en ella está la voz de Dios.
‼️ Muchos pretenden hoy día seguir a Dios y conocer su voluntad prescindiendo de la Iglesia. Pero esto es un error, pues Jesús nos dejó su Iglesia para enseñarnos y mantenernos en la correcta interpretación de su mensaje.
⚠️ Los que no quieren a La Iglesia es porque, en el fondo, quieren hacer un Evangelio a su gusto, a su medida, en el que nadie les pueda exigir nada. Buscan una fe cómoda y sin compromiso.
La Virgen advierte que esta actitud es equivocada.
18 ¿Hay algún símbolo especial de la Eucaristía en las apariciones de Fátima?
👉🏽 Según algunos intérpretes el milagro del sol debe ser considerado un símbolo Eucarístico.
Ese sol que está en el Cielo, redondo, blanco, que se mueve de un lado a otro derramando colores, y que parece abatirse sobre la humanidad, es una representación de la Sagrada Forma (blanca y redonda) en la que Jesús está realmente vivo y palpitando de amor por nosotros, deseando que le tomemos para derramar sobre nosotros multitud de gracias y bendiciones.
Catequesis. La pasión por la evangelización: el celo apostólico del creyente 3. Jesús, maestro del anuncio
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En esta catequesis reflexionamos sobre Jesús como maestro del anuncio.
Hemos escuchado que, en la sinagoga de Nazaret, Él se identifica con una profecía de Isaías.
En ese breve pasaje, podemos ver cinco elementos esenciales de la evangelización: la alegría, la liberación, la luz, la sanación y la capacidad de maravillarse por las obras que Dios hace.
Otra cuestión a considerar es que los destinatarios del Evangelio son los pobres.
Pensemos en ellos y recordemos que, para acoger al Señor, todos tenemos que ser “interiormente pobres”, es decir, no creernos autosuficientes, sino más bien necesitados de Dios y de su gracia.
Al profundizar en estos aspectos, vemos que el testimonio cristiano no se puede separar del gozo y la libertad que nos da el sabernos hijos amados del Padre; un Padre que nos cuida, nos libera, nos tiene paciencia y nos perdona, ilumina nuestro camino y sana las heridas de nuestro corazón, siempre y de manera gratuita.
Hoy celebramos la Conversión del apóstol san Pablo y concluimos la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.
En este día tan especial, pidamos a Jesús maestro que nos enseñe a ser artesanos de comunión, anunciándolo con alegría y sencillez de corazón.
17 ¿Qué lugar ocupan los sacramentos en el mensaje de Fátima?
🤍 Un lugar esencial, sobre todo la Santa Misa y la Sagrada Comunión.
🤍 En la tercera aparición del Ángel se les enseñó a los pequeños la importancia de creer sin ninguna duda que en cada forma consagrada está Jesucristo realmente presente, con su cuerpo, sangre, alma y divinidad.
🤍 Se les mostró cómo debían comulgar con devoción y amor para reparar la frialdad de tantos cristianos que no comulgan jamás o lo hacen de una manera tibia e indiferente.
✝️ En la visión de Tuy, en 1929, la Santa Misa aparece ligada al sacrificio en la Cruz de Cristo (pues de su rostro y costado cae la sangre hasta la sagrada forma y el cáliz) recordándonos que en cada Misa se hace presente el sacrificio de Cristo, teniendo por lo mismo, cada Eucaristía, un valor infinito ante Dios.
16 ¿Por qué la Virgen pidió que rezáramos el Rosario todos los días y no pidió, por ejemplo, que fuésemos a Misa todos los días siendo así que es más importante la Santa Misa que el Rosario?
👉🏽 Lucia dice que esta pregunta se la han hecho muchas veces. Según lo que ella cree entender esto es así porque Dios es Padre, y como Padre se acomoda a las necesidades y posibilidades de sus hijos.
🤍 Si hubiese pedido que participáramos todos los días en la Santa Misa muchos, con justo motivo, dirían que no les es posible (por la distancia, por sus ocupaciones y deberes, por su estado o salud…).
“Al contrario -escribe Lucia- el rezo del Rosario es accesible a todos, pobres y ricos, sabios e ignorantes, grandes o pequeños. Todas las personas de buena voluntad pueden y deben, diariamente, rezar su Rosario. ¿Y para qué? Para ponernos en contacto con Dios, agradecer sus beneficios y pedirle las gracias de que tenemos necesidad. Es la oración que nos lleva al encuentro familiar con Dios…. Dado que todos tenemos necesidad de rezar Dios nos pide una oración que está a nuestro alcance: la oración del Rosario, que tanto se puede hacer en común como en particular, tanto en la Iglesia delante del Santísimo como en casa en familia o a solas, tanto por el camino yendo de viaje como en un tranquilo paseo por los campos. La madre de familia puede rezar mientras mece la cuna del hijo pequeño o trata del arreglo de la casa. Nuestro día tiene veinticuatro horas… ¡no será mucho reservarse un cuarto de hora para la vida espiritual, para nuestro trato íntimo y familiar con Dios!”
15 ¿Hay alguna oración especial que según Fátima debemos preferir?
Sí, el Santo Rosario.
🤍 La Virgen María quiere que lo recemos diariamente.
El Rosario nos pone en contacto con los principales misterios de la vida de Jesús y de María y nos ayuda, con la repetición del Padrenuestro y del Avemaría, a profundizar y perseverar en el camino de la oración, hasta convertirla en un gozo diario para nosotros.
PAPA FRANCISCO ÁNGELUS Plaza de San Pedro Domingo, 22 de enero de 2023
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy el Evangelio de la Liturgia (Mt 4,12-23) narra la llamada de los primeros discípulos que, en el lago de Galilea, lo dejan todo para seguir a Jesús.
Algunos de ellos ya lo conocían gracias a Juan el Bautista, y Dios había sembrado en ellos la semilla de la fe.
Y ahora Jesús vuelve a buscarlos al lugar donde viven y trabajan. El Señor nos busca siempre; el Señor siempre nos acerca a Él, siempre.
Y esta vez les hace un llamamiento directo: «Venid conmigo». Y ellos «al instante, dejando las redes, le siguieron».
Detengámonos en esta escena: es el momento del encuentro decisivo con Jesús, el momento que recordarán durante toda su vida y que entra en el Evangelio. Desde entonces siguen a Jesús, y para seguirlo, lo dejan todo.
Dejar para seguir. Siempre es así con Jesús. Se puede comenzar de alguna manera a sentir su atracción, quizás gracias a otros.
Luego el conocimiento puede ser más personal y encender una luz en el corazón.
Se convierte en algo hermoso que compartir: “Mira, ese pasaje del Evangelio me ha emocionado, esa experiencia de servicio me ha conmovido”. Algo que te toca el corazón.
Lo mismo habrán hecho los primeros discípulos.
Pero antes o después llega el momento en que hay que dejarlo todo para seguirle.
Y aquí hay que decidir: ¿dejo atrás algunas certezas y me embarco en una nueva aventura, o me quedo como soy?
Es un momento decisivo para todo cristiano, porque se juega el sentido de todo lo demás. Si no se encuentra la valentía de ponerse en marcha, se corre el riesgo de quedarse como espectador de la propia existencia y vivir la fe a medias.
Permanecer con Jesús, por lo tanto, requiere la valentía de dejar, de ponerse en camino. ¿Qué debemos dejar?
Nuestros vicios, nuestros pecados, por supuesto, que son como anclas que nos sujetan a la orilla y nos impiden remar mar adentro.
Para empezar a dejar es justo que empecemos pidiendo perdón: perdón por las cosas que no fueron buenas: dejo esas cosas y sigo adelante.
Pero hay que dejar también lo que nos impide vivir plenamente, por ejemplo, los miedos, los cálculos egoístas, las garantías de estar seguro viviendo una vida mediocre.
Y también hay que renunciar al tiempo que se pierde en tantas cosas inútiles.
Qué hermoso es dejar todo esto para vivir, por ejemplo, el arduo pero gratificante riesgo del servicio, o dedicar tiempo a la oración para crecer en la amistad con el Señor.
Pienso también en una familia joven, que deja una vida tranquila para abrirse a la impredecible y hermosa aventura de la maternidad y de la paternidad.
Es un sacrificio, pero basta una mirada a los hijos para comprender que era justo dejar ciertos ritmos y comodidades, para tener esta alegría.
Pienso en ciertas profesiones, por ejemplo, a un médico o a un profesional de la salud que han renunciado a mucho tiempo libre para estudiar y prepararse, y ahora hacen del bien dedicando muchas horas del día y de la noche, muchas energías físicas y mentales a los enfermos.
Pienso en los trabajadores que dejan sus comodidades, que dejan el placer de no hacer nada para llevar el pan a casa.
En fin, para realizar la vida hay que aceptar el reto de dejar. A ello nos invita Jesús a cada uno de nosotros.
Y sobre esto os dejo algunas preguntas.
En primer lugar: ¿recuerdo algún “momento fuerte” en el que ya haya encontrado a Jesús?
Cada uno de nosotros piense en su propia historia: ¿ha habido en mi vida algún momento fuerte en el que encontré a Jesús?
¿Y algo hermoso y significativo que sucedió en mi vida por haber dejado atrás cosas menos importantes?
Y hoy, ¿hay algo a lo que Jesús me pide que renuncie?
¿Cuáles son las cosas materiales, las formas de pensar, las actitudes que necesito dejar atrás para decirle “sí” a Él?
Que María nos ayude a decir, como ella, un sí pleno a Dios, a saber dejar algo atrás para seguirle mejor.
No tengáis miedo de dejarlo todo si es para seguir a Jesús, siempre estaremos mejor y seremos mejores.
Os deseo a todos un feliz domingo. Y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto.