La Virgen en sus apariciones Fátima dio a los niños un conjunto de anuncios, algunos fueron comunicados inmediatamente, y otros se conocen como «el secreto», cuyas 3 partes estaban destinadas a divulgarse posteriormente, en diferentes fechas.

La Virgen reveló a los Niños tres misterios:
1) La visión del infierno, para que pudieran percibir la urgencia e importancia de orar “por los pecadores”;
2) La conversión de Rusia y de los pecadores por medio de la consagración al Inmaculado Corazón de María;
3) La gran apostasía o el abandono de la Iglesia y el martirio del Papa, obispos, sacerdotes, religiosos y seglares. En todo este camino lleno de calamidades del siglo XX, la Virgen María se adelanta en Fátima indicando el camino: oración y penitencia. “Al final, mi Corazón Inmaculado triunfará” (13 julio 1917).

Las dos primeras partes del secreto fueron reveladas en 1941, en un documento escrito por la Hermana Lucía, a solicitud del Sr. Don José Correia da Silva, Obispo de Leiria.

La primera parte, relata esencialmente la Visión del Infierno. La segunda parte se refiere a la devoción del Inmaculado Corazón de María y a la consagración de Rusia a Ella, para salvar las almas del infierno y prevenir la Segunda Guerra Mundial.

En 1943, cuando el Obispo de Leiria solicitó a la Hermana Lucía que revelara la tercera parte del secreto, ella titubeó durante un corto período de tiempo “no convencida de que Dios le había permitido, con suficiente claridad, el hacerlo”. No obstante, el 3 de Enero de 1944, Lucía escribió el “secreto”, lo colocó en un sobre y lo entregó a la custodia del Obispo. Para asegurar una mayor protección del “secreto”, el sobre fue depositado en los archivos secretos del Vaticano el 4 de Abril de 1957. La Hermana Lucía fue informada sobre ello.

El texto completo de la tercera parte del “secreto” fue oficialmente revelado por el Papa Juan Pablo II en el año 2000, algunos meses después de la Beatificación de Jacinta y Francisco Marto. Esta tercera visión profética, se refiere a los terribles sufrimientos de la Iglesia Mártir en nuestros tiempos.

Primera Parte del Secreto: La Visión del Infierno (relato de Sor Lucia)

"Al decir estas palabras –continúa la narración de la Hna. Lucía sobre la Tercera Aparición de la Santísima Virgen, 13 julio 1917– de nuevo abrió las manos como en los meses anteriores. El reflejo pareció penetrar la tierra y vimos como un mar de fuego y, sumergidos en ese fuego, a los demonios y las almas como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas, con forma humana, que flotaban en el incendio llevados por las llamas que de ellas mismas salían juntamente con nubes de humo, cayendo hacia todos los lados –semejante al caer de las chispas en los grandes incendios– sin peso ni equilibrio, entre gritos y gemidos de dolor y desesperación que horrorizaban y hacían estremecer de pavor. Los demonios se distinguían por formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes como negros carbones en brasa".

La visión duró apenas un instante, durante el cual Lucía soltó un “¡ay!”. Ella comenta que, si no fuese por la promesa de Nuestra Señora de llevarlos al cielo, habrían muerto de susto y pavor.

Segunda Parte del Secreto: El anuncio del castigo y de los medios de evitarlo. (relato de Sor Lucia)

"Asustados, pues, y como pidiendo socorro, los levantamos los ojos hacia Nuestra Señora, que dijo con bondad y tristeza:

- Visteis el infierno, a donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacen lo que Yo os diga, se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra va a acabar, pero si no dejan de ofender a Dios, en el reinado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre. Para impedirlo, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión Reparadora de los primeros sábados. Si atienden mis pedidos, Rusia se convertirá y tendrán paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia; los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas; por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz. En Portugal se conservará siempre el Dogma de la Fe. Esto no se lo digáis a nadie. A Francisco sí, podéis decírselo."

Tercera Parte del Secreto: Visión profética de un castigo inminente, de una catástrofe inmensa y del Gran Retorno de las almas a Dios. (relato de Sor Lucia)

La Hna. Lucía escribe por orden del Obispo de Leiría, Mons. José Alves Correia da Silva, y de la propia Madre de Dios. En su libro Nuevos documentos de Fátima, el R. P. Antonio María Martins S. J. transcribe un documento del acervo del Canónigo Sebastião Martins dos Reis, en el cual se lee:

“Según declaraciones escritas de la Madre Cunha Mattos, que fue superiora de la Hna. Lucía en Tuy y que recibiera las confidencias más íntimas de la Vidente, Nuestra Señora apareció a la religiosa el día 2 [hoy se sabe fehacientemente que fue el día 3 a las 16 horas] de enero de 1944 y le indicó escribir la tercera parte del Secreto”.

La tercera parte del secreto revelado el 13 de julio de 1917 en la Cova da Iría - Fátima. Escribo en acto de obediencia a Vos, Dios mío, que lo ordenáis por medio de Su Excelencia Reverendísima el Señor Obispo de Leiría y de la Santísima Madre Vuestra y mía.

Primera escena: La amenaza del castigo que pende sobre el mundo
"Después de las dos partes que ya expuse, vimos al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco

más alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; al centellear, despedía llamas que parecía que iban a incendiar el mundo, pero se apagaban al contacto con el resplandor que de la mano derecha irradiaba Nuestra Señora hacia él; el Ángel señalando la tierra con su mano derecha, con voz fuerte dijo: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!"

Segunda escena: Una pavorosa catástrofe que deja al mundo medio en ruinas y produce víctimas en todas las categorías sociales, inclusive y máximamente al Santo Padre, el Papa.

"Y vimos en una inmensa luz que es Dios: “algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él” a un Obispo vestido de Blanco “tuvimos el presentimiento de que era el Santo Padre”. A varios otros Obispos, Sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña escabrosa, en cuya cima había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar ahí, atravesó una gran ciudad media en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, iba orando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros y flechas; y así mismo fueron muriendo unos tras otros los Obispos, Sacerdotes, religiosos y religiosas y varias personas seglares, caballeros y damas de varias clases y posiciones".

Tercera escena:El Gran Retorno de la humanidad a Dios
"Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno con una jarra de cristal en la mano,

en ellas recogían la sangre de los Mártires y con ella regaban las almas que se aproximaban a Dios."

Tuy, 3-1-1944

TEMAS RELACIONADOS:

· Interpretación Oficial del Secreto

· Aprobación de las Apariciones de Fátima

· Texto Original del "secreto" (fuente: vatican.va)