NOVENAS.
Derivada de la palabra latina “ novem ”, que significa “nueve”, la novena típicamente consiste en un período de nueve días de oración para obtener gracias especiales o pedir por intenciones particulares. Las novenas tienden a expresar un sentido de urgencia. Rezada diariamente por nueve días, la oración puede ser tan simple como una sola Avemaría o tan elaborada como la Letanía de Loreto. A veces una intención es tan urgente que no tenemos nueve días de antemano para rezar. Por ejemplo, tal vez acaban de ofrecerte una entrevista de trabajo, ¡pero está programada para esta tarde! Bien, podrías probar la “novena rápida” de la Beata Madre Teresa, la cual consiste en nueve Memorares seguidos. La Madre Teresa rezó a menudo esta novena cuando surgían grandes problemas que requerían una inmediata abundancia de gracia. Se dice que a menudo experimentó efectos milagrosos por el rezo del Memorare.

MEMORARE

Acuérdate, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir, que ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu asistencia, y reclamando tu socorro, haya sido abandonado por tí. Animado con esa confianza, a ti acudo, Madre, la más excelsa de las vírgenes; a ti vengo, a ti me acerco, yo, pecador contrito. Madre del Verbo, no desprecies mis palabras, antes bien escúchalas y acógelas benignamente.

Así sea.

ICONOS.

Los iconos, o cualquier otra imagen de buen gusto representando a Jesús, a María, a los ángeles o a los santos, sirven para dirigir nuestras mentes y corazones a Dios. También nos recuerdan su presencia y la intercesión cariñosa de María, de los ángeles y de los santos. En el año 787, el Segundo Concilio de Nicea declaró que las imágenes sagradas (incluyendo las de María) han de ser usadas y veneradas. Cuando veneramos una imagen (ya sea un retrato, una estatua, etc.), demostramos reverencia hacia la persona representada en la imagen. En nuestras ajetreadas vidas, colocar imágenes de María en nuestras casas e incluso en nuestros automóviles nos recuerda que siempre está con nosotros. También podemos guardar nuestras estampas favoritas en un bolsillo o bolso.

PEREGRINACIONES.

Las peregrinaciones nos llevan del ritmo cotidiano lleno de distracciones a un lugar de oración bendito para un encuentro con el Señor. Hay muchos santuarios y destinos marianos para los peregrinos en todo el mundo.

FESTIVIDADES.

Para los que estamos consagrados a Jesús por medio de María, una gran parte de la realidad de nuestra vida y de nuestro mundo es nuestra consagración, nuestra pertenencia a Dios a través de la Madre de Dios. Por lo tanto, debido a que afirmamos esto en ocasiones especiales como las fiestas marianas, debemos “celebrar por un motivo especial y de un modo no cotidiano” nuestra alegría de pertenecer a María y vivirla de manera excepcional. En verdad debemos celebrar las fiestas marianas como ocasiones para expresar nuestra alegría de pertenecer a Dios por medio de ella.

LECTURA ESPIRITUAL.

En una ocasión Santa Teresa de Avila escribió que por 18 años nunca fue a rezar sin un libro espiritual. La lectura espiritual puede ser muy beneficiosa para nuestra vida de oración y puede ayudarnos a profundizar nuestra relación con María; pues suele suceder que cuanto más conocemos a alguien, más podemos amarle. Leer y contemplar algunos buenos libros marianos puede ser una buena forma de conocer mejor a María. De hecho, siguiendo la práctica de algunos de los santos, sería muy bueno acostumrse a leer los libros marianos al menos durante los sábados (Tradicionalmente los sábados se dedican a María). Algunos libros que recomiendo:

-Immaculée Ilibagiza, Nuestra Señora de Kibeho: Un mensaje del cielo al mundo desde el corazón de Africa.
-San Luis Ma. Grignon de Montfort, Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen.
-Patricia Treece, Maximiliano Kolbe: Un hombre para los demás.
-Scott Hahn, Dios te salve, Reina y Madre: La Madre de Dios en la Palabra de Dios.
-San Juan Pablo II, Carta Encíclica: Redemptoris Mater (Madre del Redentor).
- San Juan Pablo II, Carta Apostólica: Rosarium Virginis Mariae (El Rosario de la Santísima Virgen Maria).
-Joseph Langford, MC, Madre Teresa: Al amparo de Nuestra Señora.
-Heidi Hess Saxton, Contempla a tu Madre: Historias y reflexiones sobre la VIrgen María por una católica conversa.