24 OCTUBRE -San Proclo de Constantinopla

▪ San Proclo era originario de Constantinopla, murió en julio de 446.

▪ Recibió la orden del lectorado siendo muy joven cuando era discípulo de San Juan Crisóstomo, y el diaconado y el sacerdocio de Ático, obispo de Constantinopla. A su muerte, Proclo fue nombrado obispo de Cízico pero no pudo tomar posesión por el rechazo de los habitantes de modo que se quedó en Constantinopla de donde fue obispo en 434, sucediendo a Maximiliano.

▪ Su predicación le alcanzó fama, en 429 proclamó en un sermón la maternidad divina de la Virgen María en donde se hallaba la famosa frase: “No proclamamos a un hombre deificado, sino que confesamos a un Dios encarnado”

▪ Le tocó lidiar con muchos herejes de la época, obstinados nestorianos caracterizándose siempre su tacto y bondad siendo estos los rasgos más característicos del santo, san Cirilo de Alejandría lo describe como un “hombre religiosos, perfectamente al tanto de la disciplina eclesiástica y muy observante de los cánones”.

▪ San Proclo estaba convencido de que le bondad sirve mejor que la severidad a la causa de la verdad.

▪ Los Obispos armenios le consultaban y una de sus obras más relevantes es el “Tomo a los Armenios”, en ella expone la verdadera doctrina de la Encarnación.

▪ Con la ayuda de la emperatriz santa Pulqueria, retorna los restos de san Juan Crisóstomo a la Iglesia de los Apóstoles en Constantinopla.

▪ Se le atribuye el “trisagio”: “Santo Dios, Santo y Fuerte, Santo Inmortal” introducido en la liturgia por el, después de una experiencia que tuvieron el y su pueblo durante un terremoto, oración a la que el pueblo respondió con “Ten misericordia de nosotros”.

 

 

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