264. 🔹 El relato de María Carreira y Alfredo da Silva
#FatimaParaHoy pag 119
.
💒🌺🌸 María Carreira recibió el apodo de Maria da Capelinha (“María de la Capillita”) porque pasaba mucho tiempo en la Cova y se dedicaba a cuidar la capilla, especialmente decorándola con flores.
.
☑️🤍🤍 Fue una de las primeras y más fieles creyentes en las apariciones.
.
Según su relato:
“- El sol lo volvió todo de diferentes colores: amarillo, azul y blanco. Luego se estremeció y tembló. Parecía como una rueda de fuego que iba a caer sobre la gente. Comenzaron a gritar: “¡Nos vamos a morir todos!” Otros invocaban a nuestra Señora pidiéndole que los salvara. Rezaban actos de contrición. Cierta mujer comenzó a confesar sus pecados en voz alta, haciendo público que había hecho esto y aquello . . . Cuando por fin el sol dejó de saltar y de moverse, todos respiramos aliviados. Todavía estábamos vivos, y el milagro que los niños habían predicho había sido visto por todos”.
.
📌 Alfredo da Silva Santos era un profesional de Lisboa.
.
*️⃣ Según él mismo lo admite, parece haber sido escéptico en cuanto a las apariciones, o al menos no un creyente fervoroso.
.
✨Lo que experimentó el 13 de octubre lo impactó profundamente:
.
“- Hicimos nuestros arreglos, y temprano en la mañana del 13 nos fuimos en tres automóviles. Había una densa bruma, y el carro que iba delante confundió la ruta, de modo que por un rato todos nos perdimos y solo llegamos a la Cova da Iria al mediodía, bajo el sol. Estaba absolutamente llena de gente, pero yo por mi parte me sentía privado de cualquier sentimiento religioso. Cuando Lucía gritó: “¡Miren el sol!”, toda la multitud repitió: “¡Fíjense en el sol!” Era un día de incesante llovizna, pero unos momentos antes del milagro dejó de llover. No encuentro palabras para describir lo que vino después. El sol comenzó a moverse, y en cierto momento pareció estar desprendido del cielo y a punto de precipitarse sobre nosotros como una rueda de llamas. Mi esposa —teníamos muy poco de casados— se desmayó, y yo estaba demasiado turbado para atenderla, y mi cuñado . . . la sostuvo con su brazo. Yo caí de rodillas, olvidándome de todo, y cuando me levanté no sé qué fue lo que dije. Creo que empecé a llorar en voz alta como los demás. Un anciano de barba blanca comenzó a atacar a gritos a los ateos, y los desafió a decir si había ocurrido o no algo sobrenatural “.
.
.
.
#fatimazoporlapaz #milagrodelsol #fatima

 

1 Comment

Miguel Angel Huerta · 25 de octubre de 2020 at 8:33 PM

Que milagro tan impresionante me hubiera gustado haber vivido ese momento

Responder a Miguel Angel HuertaCancelar respuesta