3.

Fátima: una aparición especial.

De todos los mensajes de la Virgen, ninguno es tan importante como los que fueron dados en Fátima, Portugal.

Nuestra Señora de Fátima se apareció seis veces entre el 13 de mayo y 13 de octubre de 1917, a tres pastorcitos: Lucía dos Santos y sus primos menores, Francisco y Jacinta Marto.

Ella les dio un mensaje de paz y esperanza para un mundo sumido en la guerra.

La I Guerra Mundial, llamada “la guerra para acabar con todas las guerras”, amenazaba con aniquilar a Europa.

Para poner fin al conflicto, el papa Benedicto XV comenzó una novena a la Reina de la Paz el 5 de mayo de 1917.

Ese mismo día, el Papa escribió lo siguiente en una carta al cardenal Gasparri, su Secretario de Estado del Vaticano:

"Nuestra ardiente voz de súplica, implorando el fin de este vasto conflicto, el suicidio de la Europa civilizada, fue desoída entonces y lo sigue siendo aún . . . Y puesto que todas las gracias que el Autor de todo bien se digna conceder a los pobres hijos de Adán son, por un designio amoroso de su Divina Providencia, otorgadas por medio de las manos de la Santísima Virgen, Nos queremos que, ahora más que nunca, en esta hora espantosa, la petición de sus hijos más afligidos se vuelva viva y confiada hacia la augusta Madre de Dios".

El domingo 13 de mayo, el octavo día de la novena, nuestra Señora respondió a las oraciones del Papa y de sus hijos en este valle de lágrimas al aparecerse por primera vez en Fátima.

Su mensaje, con su promesa de esperanza, así como sus fuertes advertencias, era para todo el mundo.

El papa Juan Pablo II, a quien se ha llamado “el Papa de Fátima”, reconoció la necesidad del mensaje de nuestra Señora para nuestros tiempos, cuando dijo que era más urgente e importante en nuestros días de lo que había sido en 1917.

Agregó que los papas han dado a los acontecimientos de Fátima un reconocimiento especial, ya que sus mensajes fueron más proféticos que los de cualquier otra aparición.

0 Comments

Déjanos un comentario