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La Primera Guerra Mundial

La Santísima Virgen María vino a visitar a la humanidad en Fátima en un momento en que muchos habían empezado a olvidarse de Dios y de su amoroso plan para nuestra salvación, y muchos más se habían vuelto rebeldes ante la Ley de Dios, mediante la cual él ordena todas las cosas para nuestro bien.

Habiéndose alejado del amor universal que nos viene solo de Dios, cayeron presa de un destructivo egoísmo del corazón, que llegó a su más espectacular y trágica manifestación en el horror de la I Guerra Mundial.

La gran tentación en un mundo acosado por el más grave de los males era perder la esperanza en el amor divino, y por lo tanto, dejar de responder al amor divino con un amor puro y desinteresado.

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