ORACIÓN INICIAL

¡Oh Madre Santísima, Virgen del Rosario!

Vos que introdujisteis en la Iglesia, por medio de vuestro privilegiado hijo Santo Domingo de Guzmán, la poderosa oración del Santo Rosario, haced que abracemos esta santa devoción y gocemos de su protección y auxilio; de suerte que aquellas místicas rosas de cada “Ave María”, sean en nuestros labios y corazón, medicina para nosotros pecadores. Amén.

Pedir aquí con confianza las gracias que se desean obtener con esta novena.

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DÍA 1
“Dios te salve”

¡Cuánto mi alma se alegra,
Santísima Madre,
con los dulces recuerdos que en mí despierta esta salutación!

Se llena de gozo mi corazón al decir el
“Ave María”, para acompañar el gozo que llenó Vuestro espíritu al escuchar de boca del Arcángel Gabriel, alegrándome de la elección que de Vos hizo el Omnipotente para darnos el Señor. Amén.

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ORACIÓN FINAL

¡Oh Santísima Virgen del Rosario, Madre de Dios, dulce refugio y consuelo piadoso de todos los afligidos!

Por aquella confianza y autoridad de Madre con que podéis presentar nuestros ruegos al que es Juez Soberano de nuestro bien, interceded en favor nuestro.

Conseguidnos el reformar con el rezo diario del Santo Rosario nuestras vidas, adquiriendo en tan dulce libro la fiel imitación de vuestro Hijo Jesús, hasta que podamos adorarlo y amarlo en el Cielo por los siglos de los siglos. Amén.

Categories: Fatimazo

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