CUARTO DÍA

ORACIÓN INICIAL

¡Oh Madre Santísima, Virgen del Rosario!

Vos que introdujisteis en la Iglesia, por medio de vuestro privilegiado hijo Santo Domingo de Guzmán, la poderosa oración del Santo Rosario, haced que abracemos esta santa devoción y gocemos de su protección y auxilio; de suerte que aquellas místicas rosas de cada “Ave María”, sean en nuestros labios y corazón, medicina para nosotros pecadores. Amén.

Pedir aquí con confianza las gracias que se desean obtener con esta novena.

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DÍA 4

“El Señor es contigo”

¡Dulce Madre! Sagrario riquísimo en que descansó corporalmente la plenitud de la Divinidad: a vuestros pies se presenta despojada mi pobre alma, pidiendo la gracia y amor de Dios, con el que fuisteis enriquecida, haciéndote llena de virtud, llena de santidad, y llena de gracia. Amén.

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ORACIÓN FINAL

¡Oh Santísima Virgen del Rosario, Madre de Dios, dulce refugio y consuelo piadoso de todos los afligidos!

Por aquella confianza y autoridad de Madre con que podéis presentar nuestros ruegos al que es Juez Soberano de nuestro bien, interceded en favor nuestro.

Conseguidnos el reformar con el rezo diario del Santo Rosario nuestras vidas, adquiriendo en tan dulce libro la fiel imitación de vuestro Hijo Jesús, hasta que podamos adorarlo y amarlo en el Cielo por los siglos de los siglos. Amén.

Categories: Fatimazo

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