REINA DE LOS PATRIARCAS

Patriarca es una palabra griega que significa padre o jefe.

Con el nombre de patriarcas se honra a algunos santos del Antiguo Testamento, elegidos por Dios como guardianes y depositarios de la fe en el futuro Mesías. Esta fe, avivada por las frecuentes revelaciones de Dios, fue transmitida por los Patriarcas a sus descendientes como un faro de luz en medio de las tinieblas de la ignorancia y del pecado.

También en los siglos cristianos se da por analogía el nombre de Patriarca a los santos Fundadores de las más famosas Ordenes Religiosas, puesto que también ellos engendraron espiritualmente a la vida de la perfección evangélica a muchas almas.

Los Patriarcas fueron figuras de Jesucristo, y por ende, representaron también a María, copia fiel de su Hijo...

Simbolizada en Noé, único padre salvado del diluvio y destinado a repoblar el mundo; María, única preservada del naufragio universal de la culpa, toda santa, renovó moralmente al género humano y contribuyó a reparar los daños causados por el primer pecado.

Abraham, padre de los creyentes, dispuesto a sacrificar a su unigénito, fue una pálida figura de María Santísima dotada de la más viva Fe y de la más perfecta obediencia. Madre amorosa que sacrificó a su unigénito Hijo para la redención del género humano en el Altar de la Cruz.

Moisés, quien hablaba con Dios como con un amigo, es comparado a María Santísima, no solo amiga, sino también Madre de Dios, que vivió con Él con aquella confidente autoridad que nacía de su ser de Madre.

La mujer fuerte de la Sagrada Escritura, (Proverbios) es una imagen de María Santísima, tabernáculo viviente de Dios.

Y hablando del glorioso Patriarca San José, esposo purísimo de la Virgen Inmaculada, aunque él no cooperó a la generación del Verbo encarnado, sí contribuyó principalmente a cuidar y alimentar al Dios - Hombre, y fue testigo continuo de las acciones de Jesús y de María; atento escucha de sus palabras, compartió con Ellos durante muchos años los gozos y las penas, las esperanzas y el amor a Dios y a los hombres.

San José es la sombra y el reflejo del Eterno Padre, él ocupa en la tierra su lugar y Cristo reconoce los derechos paternos de José.

El Papa Pío IX, para poner su persona y la de todos los fieles bajo la protección de San José, por Decreto del 8 de Diciembre de 1870, lo nombró solemnemente Patrono de la Iglesia Universal.

¡Madre Santísima, Reina de los Patriarcas, ruega por nosotros!

Referencia:

Meditaciones sobre las Letanías para el mes de mayo. Cardenal Newman.

Letanía de la Santísima Virgen. Pbro. Ángel Cavatoni

Compilación: Cristina García

Equipo Fatimazo por la paz

No.41 de la Serie Letanías Lauretanas

 


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