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En las fiestas o solemnidades, podemos podemos introducirnos mas en los misterios que contempla esa fiesta, con la oracion del Rosario
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π1er Misterio: πππ¦π¨π¦ ππ‘π©ππ π π¦π¨π¦ πππ¦CΓπ£π¨ππ’π¦ π ππ¨π¦πππ₯ ππ ππ¦π‘π’
Fruto del Misterio: Rezar por JerusalΓ©n
LC 19,29a: Β«Al acercarse JesΓΊs a BelfagΓ© y Betania, junto al monte llamado de los Olivos, mandΓ³ a dos discΓpulos, diciΓ©ndoles: "Id a la aldea de enfrente; al entrar en ella, encontrarΓ©is un pollino atado, que nadie ha montado nunca. Desatadlo y traedlo"Β».
JesΓΊs, nadie te quita la vida, eres tΓΊ quien la das. Resueltamente subes hacia JerusalΓ©n, la ciudad santa.
La ciudad de luz que mata a los profetas, pero que es la ciudad de la paz. Ante tu sabidurΓa, perdemos la voz y nuestras inteligencias se evaporan... TΓΊ el que viene a rescatarnos, para esta hora has venido y sabes que necesitas un asno.
Te pedimos por la ciudad santa donde se desgarra a los hombres, la ciudad de la paz donde los ruidos de la guerra no dejan de estremecer a los profetas de la paz. Te pedimos que suscites instrumentos de paz para que JerusalΓ©n despliegue su gracia en plenitud.
πΉπΉ10 Ave MarΓas, 1 Padre Nuestro, Gloria y Jaculatoria.
π 2o Misterio: ππSΓπ¦ π π’π‘π§π ππ‘ ππ ππ¦π‘π’
FRUTO DEL MISTERIO: Decidirse a vivir de la humildad
Mc 11,7: Β«Llevaron el asno a JesΓΊs, le echaron encima los mantos, y JesΓΊs se montΓ³ en Γ©lΒ».
Gracias, JesΓΊs, por ser el rey justo y victorioso, humilde sobre un asno. Reconocemos con los niΓ±os hebreos que tΓΊ eres rey. Un rey de una gloria totalmente divina cuyo reino no es de este mundo. Gracias por haber venido para cumplir las Escrituras, tΓΊ el Hijo de David de quien el cetro no se aleja, tΓΊ de quien se ha escrito: Β«ata su asno a la cepa, la crΓa de una asnaΒ» (GΓ©n 49,11).
El asno estaba ya presente en el momento de tu nacimiento y estΓ‘ tambiΓ©n aquΓ, en la hora de tu PasiΓ³n. Que nunca nos desanimemos por nuestras Β«tonterΓasΒ», sino que aceptemos humildemente que seas el caballero mΓstico de nuestras vidas para llevarnos a buen puerto, en tu reino de paz, de justicia y de amor.
πΉπΉ10 Ave Marias, 1 Padre Nuestro, Gloria y Jaculatoria.
π3er Misterio: ππ’π¦ π‘ππ‘π’π¦ ππ«π§πππ‘πππ‘ π¦π¨π¦ π§π¨π‘ππππ¦
Fruto del Misterio: Dejarse revestir; dejar hacer
Mc 11,7: Β«Llevaron el asno a JesΓΊs, le echaron encima los mantos, y JesΓΊs se montΓ³ en Γ©lΒ».
Mc 11,8: Β«Muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campoΒ».
JesΓΊs, tΓΊ te dejas hacer, te dejas amar y aclamar: nos muestras ahora otra cara de la humildad. Como los hebreos, tambiΓ©n queremos poner, sobre el asno, nuestros vestidos, que son nuestras seguridades, nuestras protecciones, las construcciones de nuestro yo.
DespuΓ©s de la caΓda en el jardΓn del EdΓ©n, AdΓ‘n y Eva se hicieron unos vestidos con hojas, despuΓ©s Dios los sustituyΓ³ por tΓΊnicas de piel. Gracias JesΓΊs por venir tambiΓ©n ahora a salvarnos para que podamos estar revestidos de ti mismo. Que la gracia de nuestro bautismo renueve la blancura del vestido de nuestra alma. Enséñanos a dejarnos revestir de ti mismo, aceptando depender de tu santidad, sintiΓ©ndonos pequeΓ±os y alegres de esta dependencia.
πΉπΉ10 Ave Marias, 1 Padre Nuestro, Gloria y Jaculatoria.
π4o Misterio: πππππ πππΓπ‘ ππ ππ’π¦ πππ¦πΓπ£π¨ππ’π¦
Fruto del Misterio: Llegar a ser discΓpulo para la alabanza
Lc 19,37: Β«Y cuando se acercaba ya a la bajada del monte de los Olivos, la multitud de los discΓpulos, llenos de alegrΓa comenzaron a alabar a Dios a grandes voces por todos los milagros que habΓan vistoΒ».
JesΓΊs, tΓΊ eres el Dios que hace maravillas, milagros y prodigios. TΓΊ eres AquΓ©l que hace florecer nuestros desiertos y cambia nuestros duelos en ale-grΓa. Mientras te acercas al monte de los Olivos, lugar de tu agonΓa y de tu PasiΓ³n, tus discΓpulos exultan de alegrΓa por todos los milagros que han visto.
Yo tambiΓ©n quiero alabar y aclamar tu santo Nombre porque sΓ³lo tΓΊ eres Santo, sΓ³lo tΓΊ SeΓ±or, sΓ³lo tΓΊ puedes cambiar mi corazΓ³n de piedra por un corazΓ³n de carne. TΓΊ eres el Dios de todas las promesas y mi ΓΊnica esperanza en la tierra.
MarΓa, ayΓΊdame a apoyarme en tu magnΓficat para permanecer cerca de JesΓΊs, no sΓ³lo en la hora de los gritos de alegrΓa, sino tambiΓ©n cuando sufra para salvarme.
πΉπΉ10 Ave Marias, 1 Padre Nuestro, Gloria y Jaculatoria.
π5o Misterio: π’π£π’π¦πππΓπ‘ ππ ππ’π¦ πππ₯ππ¦ππ’π¦
Fruto del Misterio: No encerrarse en los propios esquemas
Lc19,39-40: Β«Algunos fariseos de entre la gente le dijeron: "Maestro, reprende a tus discΓpulos". Y respondiendo, dijo: "Os digo que si estos callan, gritarΓ‘n las piedras"Β».
Los fariseos estΓ‘n celosos porque todos siguen a JesΓΊs. Temen perder importancia, poder e influencia. Sobre todo, estΓ‘n asustados de ver que las aclamaciones de la multitud atestiguan la realeza y el mesianismo de Cristo. Le dan una orden a JesΓΊs; ellos que se han puesto de parte de la Ley y se someten a ella, se han vuelto ciegos por su propia sabidurΓa.
SeΓ±or, ten piedad de nuestras inteligencias y de nuestras formas tan estrictas de vivir tu ley. PerdΓ³n por haber erigido una muralla de protecciΓ³n a partir de tu ley cuando tΓΊ nos quieres libres en el amor. JesΓΊs, MesΓas de Israel y Luz de las naciones, ilumΓname en las tinieblas de mis esquemas limitados y estrictos.
πΉπΉ10 Ave Marias, 1 Padre Nuestro, Gloria y Jaculatoria.
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