Agosto dedicado al Inmaculado Corazón de María – Día 31

Publicado por Equipo Fatimazo Por la Paz el


“Al final mi Inmaculado Corazón triunfará”
–son las palabras finales de la Virgen al revelar a los niños el tercer secreto, después de anunciarles guerras y persecuciones a la Iglesia.

Son unas palabras que nos motivan a la esperanza, pero por otro lado nos desconciertan; pues al ver nuestro mundo y la cultura de la muerte, de pecado, de alejamiento de Dios parece que el triunfo es de Satanás.

Hemos de entender estas palabras “Al final mi Inmaculado Corazón triunfará” a la luz de la historia de la salvación y a luz del misterio del Hijo de Dios hecho hombre. Él, con su muerte y resurrección, ha vencido. Es el Rey Victorioso, triunfante sobre la muerte y sobre el pecado. El triunfo es ya de Dios.

Pero, en el desarrollo de la historia de la humanidad hasta que Cristo vuelva como juez y rey del universo, se desarrolla una lucha, un combate… no sólo con las fuerzas de este mundo, sino contra las milicias del maligno. Cristo, cabeza de la Iglesia, ha vencido; pero nosotros, su cuerpo, estamos todavía en lucha.

Lucha que comenzó en el paraíso tras el pecado de nuestros primeros padres: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya. Ella te aplastará la cabeza.” (Gésesis 3, 5)

El Inmaculado Corazón de María es ya la victoria y el triunfo de Dios, porque la hizo Inmaculada y sin pecado. Ella es triunfo de Dios sobre el pecado, porque con su amor de Madre acompaña a la Iglesia peregrina, y protege sus pasos hacia la patria celestial.

“Mi Inmaculado Corazón triunfará”, porque Dios tiene la última palabra. El triunfo de la Virgen será como ese grano de mostaza del Evangelio, que siendo muy pequeño va creciendo y convirtiéndose en un gran árbol.

Triunfo en cada uno de nosotros, porque la verdadera devoción nos lleva a la conversión y a la santidad. Y siendo nosotros santos, ese triunfo llegará a nuestra familia y a nuestros ambientes, a la Iglesia y, finalmente, al mundo entero.

Este reinado de María es la preparación y la antesala del reinado de Cristo. El tiempo de este reinado ha comenzado, y nosotros hemos de pedirlo sobre nosotros.

***

¡Inmaculado Corazón de María,
te consagramos nuestro día,

pues para poder seguir a Jesús,
necesitamos tu amparo y tu guía!

  • Meditaciones tomadas del libro: MES DE AGOSTO EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA”. IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA. [Toledo, el 26 de julio dde 2022. Fiesta de Santa Ana, madre de la Santísima Virgen.]

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