Agosto dedicado al Inmaculado Corazón de María – Día 9

Publicado por Equipo Fatimazo Por la Paz el

La aparición del 10 de diciembre de 1925 no fue la última que recibió Sor Lucia. Escuchemos su testimonio:

“En el día 15 de febrero de 1926, andaba yo muy ocupada con mis oficios y ya no me acordaba de aquello casi nada; y, yendo a arrojar un cubo de basura fuera de la propiedad, donde algunos meses atrás había encontrado a un niño; le pregunté si sabía el Avemaría, respondiéndome que sí; le mandé que la dijese para oírla yo; más, como no se resolvía a decirla solo, la dije yo con él tres veces; y, al fin de las tres Avemarías, le pedí que la dijese solo; pero, como él se calló parecía que no era capaz de decirla solo; le pregunté si sabía cuál era la Iglesia de Santa María; me respondió que sí; le dije que fuese allí todos los días y que dijese así: “Oh Madre mía del Cielo, dadme a vuestro Niño Jesús”. Le enseñé esto y entré en casa. En ese día, volviendo yo allí como de costumbre, encontré un niño que me pareció ser el mismo; y le pregunté entonces: ¿Has pedido el Niño Jesús a la Madre del Cielo? El niño se vuelve hacia mí, y dice: – ¿Y tú ha propagado por el mundo aquello que la Madre del Cielo te pedía?

Diciendo esto, se transforma en un Niño resplandeciente; conociendo entonces que era Jesús, dije: – Jesús mío, Vos sabéis bien lo que mi confesor me dijo en la carta que os leí; me decía que era necesario que aquella visión se repitiese; que hubiese hechos para que fuese creíble; y que la Madre Superiora sola, para propagar ese hecho, nada podía.

– Es verdad que la Madre Superiora sola nada puede, pero con mi gracia lo puede todo; y basta que tu confesor te dé licencia, y que tu Superiora lo diga, para que sea creído; aún sin saberse a quién fue revelado.

– Pero, mi confesor decía en la carta que esta devoción no hacía falta en el mundo, porque ya había muchas almas que Os recibían en los Primeros Sábados en honra de Nuestra Señora y de los quince misterios del Rosario.

– Es cierto, hija mía, que muchas almas los comienzan, pero pocas los acaban; y las que los terminan, es con el fin de recibir las gracias que a eso están prometidas; pero me agradan más las que hagan los cinco Primeros Sábados con fervor y con el fin de desagraviar el Corazón de tu Madre del Cielo, que aquellas que hagan los quince tibios e indiferentes.

 

***

¡Inmaculado Corazón de María,
te consagramos nuestro día,
pues para poder seguir a Jesús necesitamos tu amparo y tu guía!

 

  • Meditaciones tomadas del libro: MES DE AGOSTO EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA”. IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA. [Toledo, el 26 de julio dde 2022. Fiesta de Santa Ana, madre de la Santísima Virgen.]

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