La Semana del Cristiano. Orando con Letanías. JUEVES. Dedicado a la Santa Eucaristía
Las letanías son como canciones. En una canción las palabras son repetitivas, como cuando cantamos el estribillo una y otra vez y la música es una fórmula predeterminada. Pero esto, las letanías nos permiten orar de manera más personal y apasionada, y dar expresión a los sentimientos que se encuentran en las profundidades ocultas y de difícil acceso de nuestra alma.
Respondemos a cada invocación: Te rogamos, óyenos.
Pan vivo, bajado del cielo,
Dios oculto, y Salvador,
Trigo de los Predestinados,
Vino que engendra Vírgenes,
Pan sobresustancial,
Sacrificio perpetuo,
Ofrenda limpia,
Cordero sin mancha,
Mesa purísima,
Manjar de los Ángeles,
Maná escondido,
Recuerdo de las maravillas de Dios,
Verbo hecho carne,
Habitante entre nosotros,
Hostia santa,
Cáliz de bendición,
Misterio de fe,
Excelso y venerable Sacramento
El más santo de todos los Sacrificios
Verdaderamente propiciatorio para vivos y muertos,
Antídoto contra todo pecado,
Milagro estupendo sobre todos los milagros,
Memoria sacratísima de la Pasión del Señor,
Don que excede toda riqueza,
Recuerdo del divino amor,
Remedio de inmortalidad,
Sacramento que da la vida,
Incruento sacrificio,
Comida y convidador del festín divino,
Convite dulcísimo al que sirven los Ángeles,
Sacramento de piedad,
Vínculo de caridad,
Alimento de las almas santas,
Viático de los que mueren en el Señor,
Prenda preciosa de la futura gloria,
Fatimazo por la Paz.
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