Julio dedicado a la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo – Día 12
San Camilo de Lelis, devotísimo de la Sangre del Jesucristo, hallaba grande consuelo en su última enfermedad en tener delante de su vista una imagen de Jesús crucificado, de la que él mismo había dado el diseño.
La Sangre salía en gran cantidad de sus llagas, una multitud de Ángeles la recogían en cálices y la presentaban al Eterno Padre.
El Santo, a vista de ésto, sentía grande alivio, y en aquellos últimos momentos de su vida, se excitaba a una esperanza más viva de la salvación eterna.
JACULATORIA
Eterno Padre, os ofrezco la Sangre de Jesucristo en rescate de mis pecados y por las necesidades de la Iglesia.
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