Julio dedicado a la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo – Día 24
San Carlos Borromeo era sumamente devoto de la Sangre adorable de Jesucristo y antes de morir quiso ir al monte de Váralo para meditar en las piadosas capillas de este santuario la efusión de esta Sangre preciosa.
Llegado, pues, cerca del último término de su vida, hizo colocar cerca de su cama una imagen de Jesús agonizando y orando en el Huerto con el fin de endulzar el paso a la eternidad y dijo al P. Francisco Panigarola, que fue a visitarle, estas palabras:
«Recibo un gran alivio y consuelo en mis enfermedades por la contemplación de los misterios de la Pasión de Nuestro Señor y particularmente en la de su Agonía en el Huerto y de su Sepultura, principio y fin de su Pasión.»
JACULATORIA
Eterno Padre, os ofrezco la Sangre de Jesucristo en rescate de mis pecados y por las necesidades de la Iglesia.
0 Comentarios