Julio dedicado a la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo – Día 26

Publicado por Equipo Fatimazo Por la Paz el

 

La bienaventurada Santa Rita de Casia, del orden de San Agustín, muy devota de la Pasión de Jesucristo, maceraba continuamente su cuerpo con vigilias, ayunos, cilicios y particularmente con las espinas que tenía cuidado de poner entre su túnica.

Desde media noche hasta la salida del sol se entregaba a la contemplación de Jesús crucificado.

Un día que lo efectuó con más atención que nunca, postrada a los pies del Crucifijo, permitió Dios que una espina de la corona de Jesús viniese a herir su frente, de lo cual la resultó una llaga indeleble que, como un favor indecible, conservó hasta la muerte.

Solamente el año Santo, como desease ir a Roma con las demás religiosas para conseguir las santas indulgencias, se cerró; pero apenas regresó a su monasterio se abrió de nuevo, y no volvió a cerrarse durante el resto de su vida.

La santa miraba como el colmo de toda dicha el poder participar de una de las heridas causadas por las espinas que hicieron derramar tanta Sangre a su amable Salvador.

JACULATORIA

Eterno Padre, os ofrezco la Sangre de Jesucristo en rescate de mis pecados y por las necesidades de la Iglesia.

 


0 Comentarios

Déjanos un comentario