Julio dedicado a la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo – Día 6
El corazón que quiere gozar de la verdadera paz debe unirse al Corazón de Jesús y bañarse con esta Sangre Preciosísima que corre de sus llagas.
Santa Francisca Romana, según se lee en su vida, vio un día salir del sagrado costado de Jesús, y de sus llagas, una multitud de cadenas de fuego que consigo llevaban gran cantidad de Sangre por la salvación de las almas.
Estas son las cadenas de amor a las cuales el corazón debe unirse para vivir en paz.
Debe abrevarse de esta Sangre pacífica que calma las pasiones, doma al demonio y da sobre la tierra una muestra de aquella paz eterna, imperturbable, de que se gozará en el Cielo.
JACULATORIA
Eterno Padre, os ofrezco la Sangre de Jesucristo en rescate de mis pecados y por las necesidades de la Iglesia.
0 Comentarios