Julio dedicado a la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo – Día 9
Jamás se olvidará en los fastos de la Iglesia el valor del glorioso mártir San Lorenzo que aun en medio de los suplicios impugnaba al tirano; ¡tan insensible se había hecho a los tormentos desde el momento en que se trataba de sostener la fe!
Pues bien, esta fuerza, este valor le venía de la Sangre preciosísima de Jesucristo, de la cual era fiel dispensador, encargado en aquel tiempo de distribuirla a los fieles: Cui commisisti dominici Sanguinis dispensationem, como dijo él mismo al Pontífice San Sixto, para dar a entender con esto cuán dispuesto estaba para sufrir el martirio; y embriagado con esta Sangre divina, lleno de un valor heroico, dio su sangre y su vida por Jesucristo en medio de carbones encendidos, confirmando con su muerte la fe que había predicado.
JACULATORIA
Eterno Padre, os ofrezco la Sangre de Jesucristo en rescate de mis pecados y por las necesidades de la Iglesia.
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