LA SEMANA DEL CRISTIANO
DEVOCIONES PARA
CADA DIA DE LA SEMANA
Un resumen de la Piedad Católica

Las Verdades de Fe, podemos reconocerlas en muchas de las Devociones Tradicionales, que, en otras épocas, ilustraban el entendimiento de las almas sencillas.
Aquellos fieles, que si bien no eran muy letrados, gracias a su Piedad, tenían grandes conocimientos de la Doctrina Católica.
En este tiempo, en que parece olvidado el Catecismo, y lo que enseña la Iglesia, podría ser apropiado recurrir a esa costumbre que alimentó la Fe de tantas personas en el pasado: dedicar cada día de la semana a una devoción concreta.
Domingo: La Santísima Trinidad
Comencemos con el DOMINGO: primera fiesta del cristianismo. El DOMINGO está dedicado a la Trinidad. Trinidad: ¡es el día grande de la semana! El Día del Señor. Día en que ofrecemos a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo nuestra alabanza, adoración y acción de gracias.
Lunes: Las Almas del Purgatorio.
Actualmente, en “una devoción libre y voluntaria que la Iglesia aprueba sin prescribirla”, el LUNES está dedicado a la oración por las almas del Purgatorio.
Martes: Ángel Custodio.
El MARTES a los Santos Ángeles Custodios: a pensar más en mi ángel de la guarda, pedirle favores, a darle las gracias por todo lo que hace por mí cada día, a pensar también en el ángel custodio de los demás… Son muchos los santos que tenían una gran devoción a su ángel de la guarda.
Miércoles: San José.
El MIÉRCOLES es el día elegido por la devoción para honrar a san José y alcanzar la Gracia de una buena muerte.San José era fuerte, estaba atento a la santa voluntad de Dios, toda su vida la dedicó a su esposa Virgen y a su hijo adoptivo, al que sabía era el único hijo de Dios. Qué gran ejemplo!
Para contrarrestar los peligros de la sociedad moderna, ha querido la Iglesia nuestra Madre ofrecernos en la devoción a nuestro Santo un auxilio y un modelo perfectísimo. Auxilio y modelo para la pureza, en medio del mundo corrompido; auxilio y modelo para la vida de oración, en medio del mundo disipado como nunca; auxilio para el trabajo encaminado al servicio de Dios; auxilio para el amor y abnegación en obsequio al Verbo humanado y a su santísima Madre, auxilio para una santa vida, y para una santa muerte. He aquí por qué la Iglesia nos encamina en estos tiempos, y con tanto anhelo, al Santo Patriarca.
Jueves: La Sagrada Eucaristía.
El JUEVES está dedicado a un recuerdo honrado por siglos con un fervor particular: el Hijo de Dios instituyó en un jueves el sacramento de la EUCARISTÍA. Su Cuerpo y su Sangre, son el regalo más grande de Dios a la humanidad.
Viernes: La Pasión de Nuestro Señor.
El VIERNES está consagrado a la Pasión. Jesús fue azotado, injuriado, y crucificado un viernes. Por ello la Iglesia siempre ha considerado los viernes como días de penitencia y sacrificio.
En una gran parte de la cristiandad, hasta el siglo IX existía la costumbre de añadir, a las tres de la tarde de este día, el rezo de cinco Padrenuestros y cinco Avemarías, en honor de las cinco llagas de Jesús.
Sábado: Nuestra Señora, la Virgen María.
Desde los primeros siglos, los cristianos han dedicado el SÁBADO a honrar de modo particular a la Virgen. A decirle muchos piropos, a mirarla en cada cuadro o escultura que veamos por ahí y tirarle besos, a prometerle que seremos buenos, como hacen nuestros hijos pequeños con nosotros…
Hay una serie de razones teológicas por las que los sábados están dedicados a Nuestra Señora, quizás la más significativa es que el Sábado Santo, cuando todos los demás habían abandonado a Cristo en la tumba, ella le fue fiel, esperando confiadamente Su Resurrección para el primer día de la semana.
Y así podremos crecer en la fe sencilla pero profunda y en la presencia de Dios durante toda la semana.
Fatimazo por la Paz.
📌 PARA REFLEXIONAR:
El director de la Enciclopedia Católica, José Gálvez Krüger, advirtió que en la historia, “desde la Revolución Francesa, hay un proceso programático de descristianizar la sociedad”.
“Porque la Revolución Francesa, aunque esté disfrazada con los harapos del progreso y los derechos humanos, no es más que un movimiento anticristiano y homicida”.
“Todas las revoluciones del mundo han seguido el esquema”, añadió.
En ese programa, indicó, se plantea que “lo primero que hay que hacer es quitar a Dios de la cotidianeidad, del día a día del hombre sencillo, del hombre común”.
Para Gálvez Krüger, esto se hace patente en cómo en muchos lados se descarta “el santoral, la dedicación de cada día a un modelo de virtud y santidad, la santificación de las fiestas, el lenguaje arquitectónico de los templos”.
Además, se muestra “en la prohibición de la exteriorización de la fe y de su profesión pública, es decir procesiones, celebración pública de los sagrados misterios, fiestas religiosas y símbolos religiosos, entre ellos el crucifijo y la imagen de la Madre de Dios, la Virgen Gloriosa y Bendita”.
Mientras que en la Revolución Francesa, en el esfuerzo por retirar la dedicación cristiana de los días, llegaron a llamar a los meses como “vendimiario”, “brumario” y “frimario”.
Actualmente “hemos llegado al absurdo de ver que las cámaras legislativas a nivel internacional pierden su tiempo en declarar legalmente días materialistas”.
Para el director de la EC “lo que urge es recristianizar la sociedad comenzando desde el hogar”, desde la propia modestia en el vestir hasta el menaje doméstico (tener una pila del agua bendita, una imagen de la Virgen).
Además, alentó a tener especial atención al santoral católico, pues “cada día está consagrado a la memoria de un modelo de virtud y de santidad, que la Iglesia propone para la edificación de sus miembros”.
La Semana del Cristiano.
Fatimazo por la Paz.
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