Se dice que con el apoyo de una bula de Inocencio IV, San Potino erigió el primer oratorio en el que María fue invocada en la Galia. Él trajo de Asia una pequeña estatua de la Santísima Virgen, que depositó en una cripta aislada en las orillas del Saone, frente a la colina de Fourvière. Posteriormente la imagen fue trasladada a un templo construido sobre la colina misma, donde tomó el nombre de Nuestra Señora de Fourvière.
Nuestra señora de Fourvière fue muy venerada en la edad media, destino de frecuentes peregrinaciones hasta que fue destruída y saqueada por los calvinistas, dejando solo sus cuatro paredes descubiertas. Se reconstruye unos años después, y su altar mayor es consagrado el 21 de agosto 1586.
Durante la revolución francesa en 1793, la iglesia de Fourvière fue vendida; pero cuando se restablece la calma, el santuario se abre de nuevo para la veneración de Nuestra Señora de Fourvière. La inauguración se llevó a cabo el 19 de abril de 1805, por el soberano pontífice Pío VII.
En 1832 y 1835, siendo Lyon amenazada por el cólera, alzó sus ojos hacia la montaña santa, y la Santísima Virgen dijo a la plaga, “Te irás lejos”. Los lyoneses cambiaron sus gritos de alarma por cánticos de alegría, y las oraciones de acción de gracias fueron solemnes en aquel santuario de protección.
Desde que el santuario fue restaurado al culto religioso, la piedad parece haber redoblado su ardor por la Santísima Virgen, y es a Fourvière que acuden muchos peregrinos que se agolpan en los caminos de la colina de María; a cualquier hora se encuentran allí personas piadosas de todas las clases, edades y condiciones.
❤️ Hagamos conocer y amar a la Virgen María.
FUENTE: Catholic.net
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