La capilla de Nuestra Señora de la Puerta Ancha se encuentra en Roma. Su nombre proviene del fresco pintado alrededor del siglo XIV, de la Maddonna de la Strada, venerada como milagrosa y especialmente querida por San Ignacio de Loyola. Es una imagen de la Bienaventurada Virgen María, consagrada en la Iglesia del Jesús y es la Patrona de la Compañía de Jesús. Su fundador, San Ignacio de Loyola fue siempre muy devoto a Ella y siempre se sintió protegido por Su intercesión durante la batalla cuando fue soldado.
La Virgen está representada con el Niño en su brazo izquierdo, mientras que la mano derecha se encuentra abierta, dirigida a los fieles. Su cabeza se halla coronada rodeada de un halo y toda la figura está rodeada por un manto de oro. El Niño tiene en su cabeza una cruz y en posición sentado en el regazo de Su Madre. Su mirada inspira una serena tranquilidad y su mano derecha en gesto de bendición. 
San Ignacio le encomendó siempre a Maria de la Calle Ancha o de la Strada su camino hacia Jesús. Y les recuerda a todos los Jesuitas que les muestre la guía para llegar al Padre. Ignacio desde su convalescencia y conversión sintió siempre Su presencia. Frente a Ella, él y sus compañeron prometieron obediencia, castidad, pobreza y obediencia al Santo Padre.
La imagen se conserva en una capilla dentro de la Iglesia Del Jesús que fue edificada entre 1568 y 1584 en una Iglesia donde se encontraba la imagen, en la Plaza del Jesús. La imagen de Nuestra señora de la Calle Ancha, o del Camino o de la Strada, fue canónicamente coronada en 1638 y ocupa un puesto relevante con notable veneración de los fieles.


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