Nuestra Señora de la Victoria en Checoslovaquia, Praga, es la iglesia barroca más antigua de Praga y uno de los sitios de peregrinaje más visitados por católicos de todo el mundo, puesto que en ella se encuentra la imagen del venerado Niño Jesús de Praga.

Los orígenes de esta iglesia datan del siglo XVI, cuando era en realidad una capilla protestante. Se convierte en iglesia católica en 1620 como resultado de las luchas entre protestantes y católicos, guerras religiosas que se sucedieron a lo largo de los siguientes años de su edificación y, tras la victoria católica en la batalla de “La Montaña Blanca”, en la que los luchadores católicos llevaban la imagen de la Virgen María como protectora, el cura bendijo su ejército utilizando la imagen y finalmente ganaron la batalla. Desde ese momento se le llamó a la imagen La Virgen de las Victorias y se le dedicó el templo. Más adelante también sería el lugar de resguardo de una pequeña imagen del Niño Jesús, considerada milagrosa hasta nuestros días y muy venerada especialmente por Santa Teresa de Avila, fundadora de las Carmelitas Descalzas. Originalmente, el culto a esta imagen del Niño Jesús comenzó en España. La imagen de 47 cm de altura pertenecía a Isabella Manrique de Lara y Mendoza quien la envía a Praga como regalo de bodas de su hija quien se casó con un joven checo. Pasando de generación en generación fue donada a las Carmelitas en 1628. Después, durante la ocupación sajona en 1631 el monasterio y la iglesia cayeron en el abandono; hasta que un sacerdote de apellido Maldonado encontró la estatua, se dice que escuchó su voz de Niño, que le decía que lo restaurara y que Él le daría paz. Y así lo hizo el sacerdote. Desde entonces se le atribuyeron una serie de milagros, como la protección de la ciudad durante la ocupación sueca. Y es muy venerado por católicos del mundo entero. La tradición de vestir al niño Jesús es muy antigua, el Niño Jesús de Praga, en la Iglesia de Nuestra Señora de las Victorias, cuenta con mas de 100 trajes donados por los fieles.


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