176. 📍El infierno como incentivo para la salvación de las almas
#FatimaParaHoy
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❗️ Una última razón que podemos dar de por qué los niños tuvieron la visión del infierno bien puede ser la más importante, en cuanto a ellos se refería.
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😱😔🙌🏼 La experiencia sobrecogedora de ver el infierno, más el dolor con que nuestra Señora hablaba de él y su deseo de que muchas almas se salvaran, motivó a los niños a trabajar incesantemente por la salvación de las almas, costara lo que costara.
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🧖🏼‍♀️😇 🙏🏽 En todas las formas que ya ellos habían aprendido de nuestra Señora y del Ángel de la Paz —sacrificios, oraciones y sufrimientos aceptados con humildad y paciencia—, los niños ofrecían constantemente lo que pudieran para que nadie se perdiera.
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🙏🏽🙏🏽🙏🏽 Después de la visión del infierno, nuestra Señora les enseñó a los niños otra oración especial. Pidió que se rezara al final de cada decena o misterio del Rosario. Habitualmente se la llama la “oración de la decena”:
“Oh Jesús mío, perdónanos y sálvanos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas”.
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💡 El celo por la salvación de las almas es una característica de gran santidad.
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♾ No queremos ir al cielo solos; queremos ir acompañados de tantas personas como sea posible. Jesús quiere que cooperemos con él y con nuestra Señora en la salvación de las almas mediante nuestra oración, el sacrificio y el buen ejemplo cristiano.
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👏🏻 Para aquellos niños, ningún sacrificio parecía demasiado grande para hacerlo.
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🥴👩🏻👦🏽🧒🏽 Lucía escribió que la visión del infierno afectó profundamente a todos los tres videntes, pero que Jacinta, la de menor edad, parecía haber sido conmovida de un modo especial.
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🧒🏽😢 La visión del infierno llenó a Jacinta de horror a tal punto, que cualquier penitencia y mortificación era como nada a sus ojos, con tal que pudiera evitar que las almas fueran allá. . . Jacinta solía sentarse pensativa en la tierra o sobre una piedra y exclamar:
—¡Oh, el infierno, el infierno! ¡Cuánta pena siento por las almas que van al infierno! ¡Y por todos los que están allí abajo, quemándose vivos, como leña en la hoguera! —y luego, estremeciéndose, se arrodillaba con las manos juntas y rezaba la oración que nos había enseñado nuestra Señora.
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🧒🏽😱👹 La visión del infierno tuvo tal impacto sobre Jacinta, que deseaba que todo el mundo pudiera verla y se persuadiera de dejar de pecar.
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🧒🏽❤️❤️❤️ Aún con su corta edad, Jacinta mostraba un ardiente amor por las almas y una formidable capacidad de sacrificarse por los demás. Por ejemplo, con frecuencia renunciaba al alimento por aquellos que comían demasiado. Aunque estuviera enferma, iba a una misa entre semana por aquellos que habían faltado a misa el domingo.
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🙌🏼🧒🏽❤️ El ejemplo final y el más revelador del celo que la pequeña Jacinta tenía por las almas llegó al final de su breve vida en la tierra. Nuestra Señora se les apareció a ella y a su hermano cuando estaban enfermos de influenza. Nuestra Señora le dijo a Jacinta que pronto se iba a llevar al cielo a Francisco, pero le preguntó si ella quería quedarse más tiempo en la tierra para convertir a más pecadores. Jacinta estuvo de acuerdo en quedarse y sufrir por más tiempo.
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🥀🥀 Francisco murió el 4 de abril de 1919, seis meses después de que él y su hermana habían caído enfermos. Jacinta se quedó hasta el 20 de febrero de 1920, cuando murió en un hospital de Lisboa.
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Fuente: Fátima para hoy. Pag. 68

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