La prisión

197.🔹¿Cómo fue su prisión?
#FatimaParaHoy pag 95
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👩🏻‍🦱🤯 En sus memorias, Lucía consignó unos cuantos incidentes muy impactantes de esa experiencia.
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1️⃣ Valor heroico para sufrir. Ante todo, los niños mostraron una gran disposición a sufrir y a ofrecer sus sufrimientos a Jesús y a María por la salvación de las almas. Jacinta sufrió sentir que sus padres los habían abandonado. Con las lágrimas exclamó “Ni tus padres ni los míos han venido a vernos. ¡Ya no se molestan por nosotros!”
“No llores” - dijo Francisco - “podemos ofrecerle esto a Jesús por los pecadores”. Y entonces, levantando hacia el cielo sus ojos y sus manos, hizo el ofrecimiento: “Oh Jesús mío, esto es por amor a ti y por la conversión de los pecadores”. Jacinta añadió: “Y también por el Santo Padre, y en reparación por los pecados que se cometen contra el Corazón Inmaculado de María.
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2️⃣ Morir antes que revelar el secreto de nuestra Señora. Los presos que estaban ahí. . . trataban de consolarnos diciendo: “¡Pero si todo lo que tienen que hacer es decirle el secreto al Administrador! ¿Qué importa si la Señora quiere que lo digan o no?”.
“¡ Jamás!” —respondió Jacinta vigorosamente—. “¡Prefiero morirme!”.
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3️⃣ Un poderoso Rosario en la cárcel. La presencia de los niños inocentes debe de haber ablandado el corazón de algunos de aquellos hombres, porque se sumaron al rezo del Rosario. Jacinta se quitó una medalla que llevaba puesta al cuello, y le pidió a un preso que se la colgara en un clavo en la pared. De rodillas ante esa medalla comenzaron a todo a rezar. Mientras rezaban el Rosario en la cárcel, Francisco notó que uno de los presos estaba arrodillado pero que todavía tenía puesta la gorra. Francisco se acercó a él y le dijo: “Si quiere rezar, debe quitarse la gorra”. De inmediato el pobre hombre se la quitó.
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4️⃣ Un alegre baile en la cárcel. El rezar juntos cambió el ambiente de la cárcel,y uno de los ladrones empezó a tocar su concertina, mientras los otros comenzaron a cantar. Preguntaron a los niñitos si sabíamos bailar y ellos respondieron que sabían bailar el fandango y la vira. El que hacía pareja con Jacinta era un pobre ladrón que, al ver que era tan pequeñita, la levantó y se puso a bailar con ella en brazos.
¡Solo esperamos que nuestra Señora se haya apiadado de su alma y lo haya convertido! - dijo Jacinta escrito en las memorias de Sor Lucia.
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5️⃣ Para meditar: A pesar de lo mucho que a Jacinta le gustaba bailar, posteriormente lo entregó a nuestro Señor como un sacrificio.