La localidad de Mougins es un antiguo pueblo al sur de Francia, cercado por un muro de piedra.

En el siglo XI, un noble donó la colina a los monjes de San Honorario hasta la época de la Revolución Francesa.

Los monjes construyeron una capilla conocida como Santa María.

La Capilla de Nuestra Señora de la Vida o Notre Dame de Vie fue construida en 1646 y se levanta sobre la antigua capilla.

El nombre de la primera capilla fue cambiado de Saint Mary al de Notre Dame de Vie o Nuestra Señora de la Vida.

En la ermita de Notre Dame de Vie o Nuestra Señora de la Vida hay una paz y quietud que parece invadir el alma, ya que fue una vez un sitio de muchos milagros.

Actualmente, la capilla se ha reducido a la ruina y una cruz de piedra rota por la mitad se levanta en medio de las ruinas.

La advocación fue famosa en toda la zona como un santuario especial de gracias, ya que los bebés nacidos muertos eran llevados allí y eran milagrosamente devueltos a la vida por unos momentos para que pudieran ser bautizados.

Debajo de estas ruinas hay pasajes subterráneos y un altar de piedra en el que se dice que apenas se los posaba sobre esta piedra, los bebés muertos, abrían sus ojos de nuevo, se les sentía una leve respiración hasta que el agua del bautismo fluía sobre la frente y luego se dormían otra vez, para ascender a los cielos.

Mucho tiempo después se ha convertido en un centro religioso importante.

Notre Dame de Vie, “pensado por Dios desde toda la eternidad” como le gustaba recordar al padre María-Eugenio, se convierte en una realidad encarnada en el año 1932 y en un lugar preciso: el santuario dedicado a Nuestra Señora de la Vida. Estas fueron las circunstancias:

En 1929, el padre María-Eugenio, era superior del convento de los carmelitas.

En 1931 le habían ofrecido una finca «Notre Dame de Vie», con el deseo de que se hiciera una obra carmelitana. El padre decide instalar allí a su pequeño grupo. Convencido de que El Espíritu Santo había ido preparando los acontecimientos y la Virgen había ido preparando el lugar mariano, como el Carmelo es tierra de María, desde el siglo VI, ahí se venera a María en el santuario que lleva la advocación de Notre Dame de Vie.

Se convertirá en la primera casa de soledad y de formación del Instituto; cuyo objetivo era unir íntimamente vida contemplativa y vida apostólica en medio del mundo, impregnando de oración.

Era el principio de los Institutos Seculares: «Consagración a Dios y a los hombres», «en el mundo y desde el mundo». Tuvo de inmediato la aprobación eclesial y también de la Orden del Carmen.

En 1948, se convierte en Instituto Secular de Notre Dame de Vie, nueva forma de vida consagrada en la Iglesia.


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