Cubas de la Sagra es un municipio de Madrid, España. El monasterio se alza en el lugar donde la Santísima Virgen clavó una cruz de madera.

La población de Cubas vivía bastante olvidada de sus deberes y tantos eran sus pecados que la mano del Señor estaba suspendida sobre ella para castigarla severa y ejemplarmente.

Inés una muchacha de doce años, estaba cuidando cerdos en las afueras del pueblo, en un lugar llamado Fuente Cecilia, cuando al mediodía, se le apareció una Señora muy «hermosa». La Señora le dijo que diga a toda la gente que se confiesen y enderecen sus almas.

Por temor a que no le creyeran Inés no dijo nada. De nuevo un día después la Señora se lo apareció y le dijo que hablase con la gente y que en caso de que no le creyeran entonces le daría una señal.
Ella intentó convencerles sin éxito.
Entonces le dijeron:
– Ve hoy, y si vieres a esa Señora demándale señal para que lo creamos.

Salió Inés al campo en busca de la Señora, se puso de rodillas, con la boca en el suelo, pidiendo a la Señora que se volviese a aparecer, pero estaba temerosa.

Ese día tuvo lugar la aparición de la misma manera que los días anteriores.

– Levántate, hija. 
Entonces Inés se levantó; pero tuvo miedo. (porque le habían dicho pidiera la señal a la Señora.)
– No tengas miedo.
– Señora, ¿quién sois?
– Yo soy la Virgen Santa María.

Y acercándose a ella le cogió la mano derecha, y apretándosela la dejó todos los dedos juntos y el pulgar formando cruz con los demás.

– Anda, vete con esta señal para que crean, y pasarás tú por ellos, vete a la iglesia, llegarás cuando salgan de Misa, enséñalo a todas las gentes para que te crean lo que dijeres, pues que llevas la señal.

Efectivamente, nada más acabar la Misa, cuando el sacerdote iba a echar el agua bendita, vio entrar a Inés toda llorosa, y ponerse de rodillas ante el altar de Santa María. Contó públicamente cuanto le había sucedido. Todo el pueblo examinó su mano, que, según el sacerdote, parecía seca, ni pudo despegar el pulgar de su mano, y viendo aquel milagro la creyeron y muchos besaron su mano.

Tras el milagro el pueblo entero hizo una cruz de palo para la poner en el lugar donde la Señora le había tomado la mano a Inés. E Inés dijo que quería ir a ver lo que le mandaba la dicha Señora. Se apartó de la procesión vino para la Señora Virgen Santa María, y camino con ella hasta el lugar donde le había dado la señal, nunca le había dicho palabra ninguna hasta que llegaron al lugar y fue entonces que la Virgen María tomó la cruz en la mano derecha se arrodilló ante la cruz y después se levantó y la puso en el suelo y se hincó en el suelo.

– Hija, hincaté de cara la procesión, y detén la Cruz hasta que lleguen. Han de hacerme aquí una iglesia, que llamen Santa María. La procesión al subir al cerro vio a Inés de lejos, que estaba arrodillada mirando hacia ellos, con la Cruz delante. Encontrando las huellas benditas de la Virgen se apresuraron a poner sus labios en ellas. Poco después la mano de Inés curó milagrosamente y se produjeron además muchos milagros de todos aquellos que se encontraban aquejados de alguna enfermedad o faltos de algún miembro o sentido.

Fuente: http://mariamadrecelestial.blogspot.com/…/03-de-marzo-nuest…

❤️ Hagamos conocer y amar a la Virgen María.


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