El acto hermoso de adorar La Cruz.

¡Adorar! ¡No existe otra forma más santa y sublime de oración! ¡Es su expresión suprema!

Sólo se adora a Dios. Cualquier adoración no centrada en Dios, es una idolatría.

La Cruz de Jesús es para nosotros los católicos, un recordatorio de la Salvación que Cristo ganó para nosotros yendo hasta el final del don de sí mismo.

Este símbolo de humillación, Cristo lo convirtió en el símbolo de la victoria del bien sobre el mal, de la vida sobre la muerte.

El Amor con que fuimos amados en la Cruz es más fuerte que todos nuestros pecados. Esta es la razón de nuestra fe y nuestra esperanza.

Comprender y abrazar este misterio solo es posible desde la fe, desde la adoración y la contemplación.

El Plan de Dios para la humanidad pasa por la Cruz.

Depositemos sobre Ella nuestros cansancios, preocupaciones, necesidades, pidiendo perdón con humildad y dejándonos sanar por Jesús.

Que nuestra oración de hoy viernes, nos ayude a contemplar El misterio de la Cruz.

Fatimazo por la Paz.
La Semana del Cristiano.


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