DEVOCIÓN POR EL ÁNGEL CUSTODIO
O ÁNGEL DE LA GUARDA

La doctrina de la Iglesia es clara en esto:

“Desde la infancia hasta la muerte la vida humana está rodeada de su custodia y de su intercesión. Cada fiel tiene a su lado un ángel protector y pastor para conducirlo a la vida” (CIC 336).

La existencia de los Angeles Custodios es una verdad, continuamente profesada por la Iglesia, que forma parte desde siempre del tesoro de piedad y de doctrina del pueblo cristiano.

Jesucristo mismo dijo a sus discípulos: “Mirad que no despreciéis a alguno de estos pequeñuelos, porque os hago saber que sus Angeles en los cielos están siempre viendo el rostro de mi Padre celestial” (Mat. 18, 10).

ES PRECISO INVOCARLOS.

A pesar de la gran perfeción de su naturaleza espiritual elevada perfectisimamente al orden de la gracia, los Angeles no tienen el poder de Dios ni su sabiduría infinita.

Como explica Santo Tomás, no pueden leer en el interior de las conciencias (Summa Theologica, 1, 57, 4 ad 31). Es preciso, por tanto que les demos a conocer de algún modo nuestras necesidades.

Como su permanencia a nuestro lado es continua y con su inteligencla penetra de modo agudísimo en lo que expresamos, ni siquiera es preciso articular palabras: basta que mentalmente le hablemos para que nos entienda, e incluso para que llegue a deducir de nuestro interior más de lo que nosotros mismos somos capaces.

Por eso es tan recomendable tener un trato de amistad con el Angel de la guarda.

La tradición cristiana describe a los Angeles Custodios como a unos grandes amigos, puestos por Dios al lado de cada hombre, para que le acompañen en sus caminos. Y por eso nos invita a tratarlos, a acudir a ellos.

  • No tengas reparo en pedir sus favores
  • Encomiéndale tu día.
  • Pide su protección en un momento de peligro y agradécele sus cuidados.
  • ¿Sabías que puedes pedirle por otras personas? Mándalo que hable con sus ángeles custodios.
  • Pide que te ilumine y te cuide en medio de las grandes tentaciones.
  • Envíalo a visitar y acompañar a Jesús en algún sagrario abandonado.

CUIDA TU FÉ.

Actualmente se habla mucho de los ángeles: se encuentran libros de todo tipo que tratan este tema; se venden “angelitos” de oro, plata o cuarzo; las personas se los cuelgan al cuello y comentan su importancia y sus nombres.

Hay que tener cuidado al usar estos objetos, pues muchas veces dan a los ángeles atribuciones que no le corresponden y los elevan a un lugar de semi-dioses, los convierten en “amuletos” que hacen caer en la idolatría, y crean confusiones.

Comunicarse con los ángeles es parte del fenómeno de la Nueva Era: la persona vacía la mente para conseguir una conciencia alterada, un estado como de trance para “comunicarse” con un ángel.

Lo que la Iglesia advierte es que aprendamos del catecismo y los santos todo en cuanto a ellos. Y, por supuesto jamás creer, y aun menos practicar el esoterismo.

Como cristianos RECONOCEMOS que el ÚNICO medio de comunicación con los ángeles es la oración.

La Fiesta de los Santos Ángeles Custodios, o fiesta de los Ángeles de la Guarda, es un memorial de la Iglesia Católica oficialmente observado el 2 de octubre.

Fatimazo por la Paz.

 


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