Jesús prometió a Santa Margarita María de Alacoque que «Él bendeciría todo hogar donde la imagen de su Sagrado Corazón fuese expuesta y honrada».

Cuando nosotros entronizamos (mostramos en un lugar de importancia en nuestros hogares) la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, queremos con ello significar, que el es el Rey de nuestro hogar y que impera en nuestra familia.

Con ello respondemos al pedido que nos hace la Santa Iglesia Católica, de convertir a nuestros hogares en pequeñas Iglesias domesticas, donde Cristo es el centro y fuente de amor para todos los que en ella viven.

Así como aquella lucecita roja que nos recuerda de la presencia real de Cristo en el tabernáculo, la imagen entronizada de Cristo Jesús nos recuerda que Él está presente entre nosotros.

Así bajo este pacto, convertimos a nuestros hogares y corazones en Su tabernáculo.

La entronización es un reconocimiento de Su presencia viva en nuestros hogares, donde su Sagrado Corazón es el centro de las vidas de nuestras familias, Jesús es invitado a participar en todas las actividades de la familia y Él santifica así, todos los detalles de la vida en nuestro hogar.

Promesas de Jesús a quienes entronicen a Su Sagrado Corazón

Estas cuatro promesas han sido tomadas de las doce que fueran hechas por Nuestro Señor a Santa Margarita María de Alacoque en 1763:

1. Bendeciré todo lugar donde una imagen de mi Corazón sea expuesta y honrada.
2. Les alcanzare las gracias necesarias a sus respectivos estados de vida.
3. Pondré paz en sus familias.
4. Los confortaré en sus pruebas.

Cómo entronizar la imagen del Sagrado Corazón de Jesús en nuestro hogar

1.– Obtenga una imagen o estatua del Sagrado Corazón de Jesús y hágala bendecir por un sacerdote.

2.- Es recomendable más no indispensable la asistencia a Misa celebrada por las intenciones de la familia en el día de la Entronización, o al menos participar en Misa en familia y recibir la Santa Comunión.

3.- Pida al sacerdote de su parroquia que vaya a su casa a hacer la ceremonia de entronización. Si esto no es posible, ya sea el padre o la madre, será el encargado(a) de llevar a cabo la entronización.

4. –De ser posible, haga de esto una ocasión muy especial invitando a familiares y amigos a la ceremonia. Esto podría inspirarlos a llevar a cabo la entronización del Sagrado Corazón en sus respectivos hogares.
Luego, el sacerdote o el padre de familia da inicio a la ceremonia.

La ceremonia

V. Nuestro auxilio está en el Nombre del Señor
R. Que hizo el cielo y la tierra.
V. El Señor esté con vosotros (sólo si es un sacerdote).
R. Y con tu espíritu.

Oremos
Oh Señor, Dios Altísimo, bendice esta casa. Reine en ella la salud, castidad, victoria sobre el pecado, fortaleza, humildad, mansedumbre y bondad de corazón, observancia plena de tu ley y gratitud por todos tus beneficios. Y permanezca siempre esta bendición sobre esta casa y sobre quienes la habitan, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Bendición de la Imagen o estatua
Aquí el sacerdote procede a bendecir la imagen o estatua del Sagrado Corazón de Jesús. Cuando resulte imposible la presencia del sacerdote, la imagen es bendecida de antemano. La familia se arrodilla ante la imagen.

V. Nuestro auxilio está en el Nombre del Señor
R. Que hizo el cielo y la tierra.
V. El Señor esté con vosotros (sólo si es un sacerdote).
R. Y con tu espíritu.

Oremos
Omnipotente y sempiterno Dios, Tú que no nos prohibiste representar a Tus santos en la piedra o la pintura, te rogamos que en tu bondad bendigas y santifiques esto(s) cuadro(s) (estatuas) en honor y memoria del Sacratísimo Corazón de Tu Hijo Unigénito, Nuestro Señor Jesucristo, para que, siempre que miremos sus apariencias con los ojos del cuerpo, podamos con los ojos de la mente meditar Su santidad y ser llevados a imitar Sus obras. Todos quienes en su presencia procuren honrar y servir humildemente a Tu Hijo Unigénito, Nuestro Señor Jesucristo, por Sus méritos e intercesión, puedan alcanzar de Ti la gracia en la vida presente y la gloria eterna en la vida por venir. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Luego el sacerdote o jefe de familia rocía la(s) imagen(es) con agua bendita.

Entronización de la Imagen
El padre de familia coloca la imagen del Sagrado Corazón de Jesús en el lugar de honor, para rendir homenaje al Reinado de Amor de Jesucristo y se procede a recitar el Credo.

Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra; creo en Jesucristo, Su único Hijo Nuestro Señor que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto, y sepultado. Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los Cielos está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso, y desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Palabras del sacerdote o jefe de familia
El sacerdote o jefe de familia dirige unas pocas palabras a los presentes. Les recuerda:
· El significado de la Entronización, · La vida Cristiana de obediencia, confianza y amor que el Sagrado Corazón espera de las familias que le han dado este honor; · Las bendiciones especiales y abundantes que se dan a aquellas familias fieles a las promesas al Sagrado Corazón de Jesús; · La promesa de la familia de renovar frecuentemente su consagración.

Fórmula de Consagración de la Familia al Sagrado Corazón de Jesús
¡Oh Corazón de Jesús!, Tú manifestaste el deseo de reinar en las familias cristianas; Hoy venimos a proclamar tu absoluto dominio sobre la nuestra. Queremos vivir, de hoy en adelante, de tu misma vida, y desterrar lejos de nosotros el espíritu mundano que Tú condenaste. Queremos que reines en nuestros entendimientos por la sencillez de nuestra fe, y en nuestros corazones por tu amor, los cuales arderán para Ti procurando mantener vivo este amor con la frecuente comunión de tu Cuerpo y Sangre. Dígnate ¡oh Corazón de Cristo! Presidir nuestras reuniones, bendecir nuestras empresas espirituales y temporales, santificar nuestras alegrías y consolar nuestras penas. Danos un corazón manso y humilde como el tuyo, para que reine la paz en nuestro hogar. Si alguna vez alguno de nosotros tiene la triste desgracia de ofenderte, recuérdale ¡oh Corazón de Jesús!, que eres bueno y misericordioso con los corazones arrepentidos.
Y cuando llegue la hora de la separación, cuando venga la muerte a sembrar el luto en medio de nosotros, que todos, tanto los que se vayan como los que se queden, estemos conformes confiando en tus bondadosos designios. Nos consolará saber que llegará un día en que toda la familia, reunida en el cielo, podrá cantar eternamente tu bondad y misericordia con nosotros. Te ofrecemos esta consagración por medio del Corazón Inmaculado de María. Que el Glorioso Patriarca San José se encargue de recordárnosla todos los días de nuestras vidas. Amén.

D– Sagrado Corazón de Jesús.
REn Vos confío
D– Dulce Corazón de María.
RSed la salvación del alma mía.
D– San José.
RRuega por nosotros.

Oración por los ausentes y por los miembros de la familia fallecidos
Nadie deberá estar ausente en esta ocasión solemne; recordar a los que han fallecido y a los que están ausentes. Y así, rezar un Padrenuestro, un Avemaría, y el Gloria por ellos. Padrenuestro… Avemaría… Gloria.

V. Que las almas de los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz.
R. Amén.

Consagración de los niños al Sagrado Corazón de Jesús
Si parece oportuno, los niños rezan la siguiente oración:

Oh Corazón de Jesús, Corazón de nuestro Mejor Amigo y nuestro Rey. Tú que has sido colocado en Tu trono en esta casa, para que siempre vivas con nosotros, dinos aquellas mismas palabras: “Dejad que los niños vengan a Mí.” Míranos, Oh Corazón de Jesús, arrodillados a tus pies, te prometemos ser obedientes y respetuosos, como tú lo fuiste con la Virgen María y San José en la pequeña casa de Nazaret, para que podamos crecer en virtud y en sabiduría según nuestra edad. Corazón de Jesús, tú quieres también poseer nuestros corazones, pues dijiste: “Hijo mío,dame tu corazón.” Nosotros queremos consolarte con nuestro amor, por todos los que note conocen o no quieren amarte. Jesús, amigo de los niños, recibe nuestros corazones, hazlos uros, santos y felices. Recibe también nuestros cuerpos, nuestras almas, y toda nuestra voluntad. ¡Nos consagramos a Ti ahora y por siempre! Sé Tú sólo nuestro Rey. Todos nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestras acciones y nuestras oraciones, los consagramos a Ti, nuestro Amigo y nuestro Rey. Todo es tuyo, Oh Sagrado Corazón de Jesús.

Bendición del Sacerdote
El sacerdote bendice a los presentes con la fórmula usual. En ausencia del sacerdote se puede concluir de esta manera:

Sagrado Corazón de Jesús, queremos tenerte como único objeto de nuestro amor. Sé pues, nuestro protector en esta vida y garantía de la vida eterna. Sé fortaleza en nuestras debilidades e inconstancias. Sé propiciación y desagravio por todos los pecados de nuestra vida. Corazón lleno de bondad, sé para mí familia el refugio en la hora de la muerte y nuestro intercesor ante Dios Padre. Desvía de nosotros el castigo de Su justa ira. Corazón de amor, en Ti ponemos toda mi confianza. De mi maldad todo lo temo. Pero de Tu Amor todo lo espero. Erradica de nosotros, Señor, todo lo que Te disguste o nos pueda apartar de Ti. Que Tu amor se imprima tan profundamente en nuestros corazones que jamás Te olvidemos y que jamás nos separemos de Ti.
Señor y Salvador mío, te ruego, por el amor que nos tienes, que los nombres de los miembros de esta familia estén profundamente grabados en tu Sagrado Corazón; que nuestra felicidad y gloria sean vivir y morir en Tu servicio. Amén.

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén

Sagrado Corazón de Jesús,
en Vos confío!

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