«No me abandones, Señor, Dios mío, no te quedes lejos; ven aprisa a socorrerme, Señor mío, mi salvación.» (Antífona de Entrada, Sal 37, 22-23)

Oración

Señor, guarda a tu familia en el camino del bien que tú le señalaste; y haz que, protegida por tu mano en sus necesidades temporales, tienda con mayor libertad hacia los bienes eternos. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Categories: Fatimazo

0 Comments

Déjanos un comentario