MIEDO, CIELO, PURGATORIO, SACRIFICIO

MIEDO

¿Qué fue lo primero que le dijo la Virgen María a los niños cuando apareció? Les dijo enseguida: "No tengan miedo, que no les voy a hacer ningún mal." Los invita a superar el miedo y es porque ella viene a hablarnos sobre Dios, a enseñarnos sobre El amor gratuito, y como con Su amor no debemos tener ninguna clase de Miedo. En Jesús, Dios nos mostró que no estamos solos, porque tenemos un Padre que nunca puede olvidar a sus hijos. “No temas, yo estoy contigo” (Is 43, 5).

¿Qué preocupaciones diarias me distraen de la confianza total en Dios? Pensemos que es lo que hace que no tengamos tiempo para acordarnos de Dios en el día, de darle gracias, de pedirle perdón cuando hacemos algo malo... y hagamos el propósito de tomarnos el tiempo durante el día para hacer una oración a Él.

CIELO

¿Qué sabemos sobre el CIELO? Vivir el cielo es "estar con Dios". ¡Te imaginas! Ver cara a cara a Dios mismo. Esto basta para ser todo lo feliz que se puede ser, para tener toda la alegría, vida, luz, paz que se puede tener. Y tenerlas para toda la eternidad, para siempre y por siempre.

Es el estado de infinita felicidad, en donde podrás amar y ser amado por Dios para siempre. En esta vida perfecta podrás estar con el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo, la Virgen María, todos los santos y todos aquellos hermanos tuyos que lograron llegar al cielo también.

San Pablo en una de sus cartas dice sobre el cielo: "Lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, es lo que Dios preparó para los que lo aman" ( 1Co 2,9), queriendo dar a entender que la felicidad que vivirás en el cielo no te la puedes ni imaginar, y no se compara para nada con la más grande felicidad que hayas podido sentir en esta vida. ¿No crees que vale la pena cualquier esfuerzo en esta vida para lograr ganar este cielo?

PURGATORIO

¿Qué es el PURGATORIO? Es el estado en el que un alma se limpia por completo de los pecados que haya cometido y de las virtudes Dios le dio y no puso por completo al servicio del prójimo. Y para poder entrar al cielo con Dios, el alma está ahí un tiempo para purificarse por completo.

El Purgatorio es un regalo de Dios, por el que debemos dar gracias, es una última oportunidad para poder entrar al cielo. El purgatorio es entonces esa última mirada de amor de Dios hacia el hombre que va a su encuentro.

 

SACRIFICIO

¿Para qué hacer SACRIFICIOS? El valor del sacrificio es aquel esfuerzo extraordinario para alcanzar algo mejor, venciendo los propios gustos, intereses y comodidad. Un sacrificio por amor a Dios, es lo mejor que hay porque es un regalo que Le hacemos, es tanto como decirle que Le queremos mucho. Y para que el sacrificio salga bien es necesario pedir ayuda a nuestros papas, a nuestros hermanos, amigos, ¡o todavía mejor a la Virgen María! a para poderlo llevar a término.

Claro que nos podríamos preguntar ¿qué hace Dios con mi sacrificio?, ¿qué Le cambia si yo se lo ofrezco?, ¿para qué Le sirve mi dolor de muelas? ¿acaso Dios necesita algo de nosotros?, ¿qué gana si yo le ofrezco esto?, ¿para qué le sirve que se lo ofrezca?, ¿acaso le hace algún bien a Dios?

Las respuestas a todo lo anterior es: ofrecer sacrificios, es la mejor forma de AMAR a Dios y a nuestro prójimo. ¿Quién es capaz de hacer sacrificios? Sólo el que ama. A Dios le agrada tu sacrificio. No por el dolor o el sufrimiento que éste causa, sino por tu entrega, tu generosidad, tu capacidad de renuncia, por tu confianza en Él de saber que tu oración puede cambiar vidas.