LA PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO
En las fiestas o solemnidades, podemos introducirnos mas en los misterios que contempla esa fiesta, con la oración del Rosario

Primer Misterio: José y María presentan a Jesús en el Templo
Fruto del Misterio: Gustar las delicias de la Ley

Lc 2,22-23: «Y cuando se cumplieron los días para la purificación, según la Ley de Moisés, se dirigieron a Jerusalén para presentar al Señor según lo que está escrito en la Ley del Señor: -Todo varón primogénito será consagrado al Señor-».

José y María cumplen la Ley y como padres presentan a su hijo al Señor. Es la hora de la purificación de María y de la ofrenda de Jesús. María la toda pura se somete, Jesús el templo verdadero rescatado. Gracias por esta sencillez, esta evidente obediencia que transfigura una ley exterior en ley de vida, en felicidad apacible.

Señor, te entrego mis reticencias a obedecer, mis rebeliones interiores que me impiden comprender los caminos de tu Ley y gustar sus delicias.

🔹🔹 1 Padre Nuestro, 10 Ave Marias, Gloria y Jaculatoria

Segundo Misterio: Simeón es llevado el Templo por el Espiritu
Fruto del Misterio: Seguir las mociones del Espíritu

Lc 2,25-27a: «Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor Movido por el Espiritu, vino al Templo».

Gracias, Espiritu Santo, por haber reposado en el anciano Simeón, gracias por haberle avisado, por haberle empujado a ir al Templo, Gracias a ti, Simeón, por haberte dejado llevar. Sí, Espíritu Santo, te pedimos cultivar en nosotros un oído de discípulo capaz de reconocer tu voz entre todas las voces interiores. Afina en nosotros el oído para seguir tus llamadas, tu voluntad, tus consejos.
Gracias, Espíritu Santo, por tu presencia que cambia la atmósfera de nuestras vidas cuando nos abrimos a ti, cuando imploramos tu venida. ¡Porque el Espíritu se da a quien lo solicita!

🔹🔹 1 Padre Nuestro, 10 Ave Marias, Gloria y Jaculatoria

Tercer Misterio: Simeón toma al Niño en sus brazos
Fruto del Misterio: Reconocer el paso de Dios en nuestras vidas

Lc 2,276-28: «Cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él (Simeón) lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios».

¿Cuánta gente había en el Templo en el momento de la presentación? Muchas, sin duda. Es sin embargo, el anciano Simeón el que tenía el corazón más joven y el vista más aguda, él pudo reconocerte, Jesús, bajo el aspecto de un pequeño bebé.
Gracias por Simeón que no tomó el camino de las grandezas y prodigios, sino que supo mantener su alma en paz y silencio. Gracias por este hombre justo y piadoso que reconoció el la hora de tu paso.
Niño Jesús, danos un corazón de pobre para poder recibirte en nuestros brazos en el momento de tu venida.

🔹🔹 1 Padre Nuestro, 10 Ave Marias, Gloria y Jaculatoria

Cuarto Misterio: La profecia de Simeón
Fruto del Misterio: Encontrar su presencia en nuestros sufrimientos

Lc 2,34-35: «Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: Mira, este niño esta puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el alma, a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones».

Señor, esta noticia inaudita nos da miedo, convoca nuestros miedos al sufrimiento. María, ¿esta bendición te hace presentir tu corredención y la victoria sobre el enemigo? Gracias, Virgen María, a ti que guardas todas las palabras en tu corazón, en tu intimidad, y que nos enseñas a entrar en el conocimiento de los pensamientos íntimos del Corazón de Dios.
María, afrontamos nuestros miedos al sufrimiento y la muerte. Te entregamos nuestras ilusiones de una vida fácil y sin sufrimiento. Ayúdanos a entrar en los caminos de Jesús, él que transforma el mal en bien.
Gracias por tu presencia a nuestro lado, al pie de la cruz.

🔹🔹 1 Padre Nuestro, 10 Ave Marias, Gloria y Jaculatoria

Quinto Misterio: La alabanza incesante de Ana
Fruto del Misterio: Decir gracias


Lc 2,36a.38: «Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios hablando del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén».

Gracias, Señor, por esta viuda que se ha casado con tu humanidad, la mujer estéril que da a luz hijos para la alabanza y proclamación de tu nombre. Gracias por esta mujer hecha profeta y que realiza plenamente su vocación para la alabanza y acción de gracias.
Te pedimos, Señor, que envíes tu Espíritu sobre todas las mujeres de la tierra. Difunde tus gracias para que admiren tu Amor, tu abajamiento, y que sean colmadas de alegría.
Ven, Jesús, con tus dones a transformar las maledicencias en bendiciones, las murmuraciones en acción de gracias y las palabras inútiles en oraciones eficaces.
🔹🔹 1 Padre Nuestro, 10 Ave Marias, Gloria y Jaculatoria

🕊🙏🏻 “Que María nos atraiga el Espíritu Santo y que nos enseñe a rezar, gustar y saborear la presencia de Cristo” (Sor Marie de la Visitación)

Del Libro: Rosario para las Fiestas del Señor. Sor Marie de la VIsitation


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