BENEFICIOS DE MEDITAR LOS MISTERIOS AL REZAR EL SANTO ROSARIO (Sn Luis Maria Grignion de Montfort)

🔹7🔹 Nos proporciona con qué pagar todas nuestras deudas con Dios y con los hombres.

El Padre Nuestro.

Nuestros pecados -dicen San Agustín y Tertuliano- son deudas que contraemos con Dios, y su justicia exige el pago hasta el último céntimo.

Por tanto tenemos todas esas tristes deudas.

A pesar del número de nuestras iniquidades, acerquémonos a Él confiadamente y digámosle con verdadero arrepentimiento: Padre nuestro, que estás en el cielo, perdónanos los pecados de nuestro corazón y de nuestra boca, los pecados de acción y de omisión que nos hacen infinitamente culpables a los ojos de vuestra justicia; porque, como hijos de un padre clemente y misericordioso, perdonamos por obediencia y por caridad a nuestros ofensores.

Jesús, en cada uno de sus misterios, nos lleva siempre al Padre, al cual Él se dirige continuamente, porque descansa en su ‘seno’ (cf Jn 1, 18).

Él nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Él: «¡Abbá, Padre!» (Rm 8, 15; Ga 4, 6).

En esta relación con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros, comunicándonos el Espíritu, que es a la vez suyo y del Padre.

El «Padrenuestro», puesto como fundamento de la meditación cristológico-mariana que se desarrolla mediante la repetición del Ave Maria, hace que la meditación del misterio, aun cuando se tenga en soledad, sea una experiencia eclesial.

#somosfatimazoporlapaz

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