ORACIÓN INICIAL

¡Oh Madre Santísima, Virgen del Rosario!

Vos que introdujisteis en la Iglesia, por medio de vuestro privilegiado hijo Santo Domingo de Guzmán, la poderosa oración del Santo Rosario, haced que abracemos esta santa devoción y gocemos de su protección y auxilio; de suerte que aquellas místicas rosas de cada “Ave María”, sean en nuestros labios y corazón, medicina para nosotros pecadores. Amén.

Pedir aquí con confianza las gracias que se desean obtener con esta novena.

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DÍA 8

“Ruega por nosotros pecadores”

¡Madre de piedad! A Vos solo dijo aquel Rey soberano de la gloria: Vos sois mi Madre.

Alcanzadme humildad y plena confianza, dispuesto de este modo, con el auxilio de Dios, a recibir los favores de la Divina misericordia, por los méritos de vuestro Hijo y Redentor nuestro. Amén.

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ORACIÓN FINAL

¡Oh Santísima Virgen del Rosario, Madre de Dios, dulce refugio y consuelo piadoso de todos los afligidos!

Por aquella confianza y autoridad de Madre con que podéis presentar nuestros ruegos al que es Juez Soberano de nuestro bien, interceded en favor nuestro.

Conseguidnos el reformar con el rezo diario del Santo Rosario nuestras vidas, adquiriendo en tan dulce libro la fiel imitación de vuestro Hijo Jesús, hasta que podamos adorarlo y amarlo en el Cielo por los siglos de los siglos. Amén.

Categories: Fatimazo

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