Los viernes ante el Crucifijo.

Los viernes de cuaresma podemos obtener indulgencia plenaria: rezando devotamente la oración a Jesús Crucificado, frente a un crucifijo, después de la Comunión y cumpliendo las disposiciones para obtenerla.

El Manual de Indulgencias Enchiridion Indulgentarium, establece que “se concede indulgencia plenaria al cristiano que (…) todos los viernes del tiempo de Cuaresma, rece la oración ‘Oh mi amado y buen Jesús…’ , ante la imagen de Jesucristo Crucificado después de la comunión.

Además, se puede obtener una indulgencia parcial si se pronuncia cualquier otro día del año como acción de gracias después de la comunión”.

ORACIÓN

Mírame, ¡oh mi amado y buen Jesús!,
postrado ante tu Santísima presencia;
te ruego con el mayor fervor y compasión de que soy capaz imprimas en mi corazón vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad.
Verdadero dolor de mis pecados, propósito firmísimo de jamás ofenderte.
Mientras que yo, con todo el amor de que soy capaz voy considerando tus cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de Ti, oh buen Jesús, el santo profeta David:
“¡Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos!”.

Para obtener cualquier indulgencia plenaria, los fieles deben cumplir estas tres condiciones fundamentales:

  1. La confesión de los pecados,
  2. Comulgar
  3. La oración por las intenciones del Papa: La Iglesia sugiere un “Padre Nuestro” y un “Ave María”.

¡No desperdiciemos este tesoro de misericordia!

Fatimazo por la Paz.


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