«Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras» (Sal 53, 3-4)

Oración

Señor, tú que en nuestra fragilidad nos ayudas con medios abundantes, concédenos recibir con alegría la salvación que nos otorgas y manifiéstala a los hombres con nuestra propia vida. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Categories: Fatimazo

0 Comments

Déjanos un comentario