Muchos cristianos parecen estar redescubriendo una forma de oración que parecía ya olvidada: la novena.

¿De qué se trata?
Son unas prácticas devocionales de oración, tanto de preparación, alabanza y gratitud como de intercesión, que une los corazones de familias y católicos.

La novena (del latín novem = nueve), tal como lo propone la Iglesia Católica, consiste en orar durante nueve días consecutivos, generalmente para confiar una intención a Dios o pedir una gracia particular, por medio de la intercesión de la Virgen María de algún santo.

¿Por qué durante nueve días?

La oración en forma de Novena, se remonta a la época de los apóstoles, y podríamos considerar como la primera, el tiempo en el que se reunían a rezar, luego de la Ascensión de Jesús, esperando la venida del Espíritu Santo:

"Todos ellos perseveraron en la oración con un mismo espíritu" (Hechos 1: 14) al final del cual recibieron al Espíritu Santo.

María alentó a los apóstoles a que rezaran durante nueve días para recibir al Espíritu Santo. La tradición de la novena proviene, pues, de este momento.

Así, nosotros también podemos vivir la novena, como un tiempo de oración a la espera de una gracia. Un tiempo que fructifica con un derramamiento del Espíritu Santo, como ocurrió con los apóstoles en Pentecostés.

Los frutos de una novena.

Como con toda oración, los frutos de la novena son a veces los esperados, o a veces pueden ser otros.

Si se obtiene la petición, gloria a Dios, y si no, gloria a Dios igualmente. Nadie diría jamás que ha perdido la fe tras haber rezado una novena que no le otorgó lo que pedía en ella.

Cuando nuestra oración va acompañada de un profundo deseo de abrir nuestro corazón a Dios para vivir Su presencia real y ponernos en sus manos, entonces el Señor puede actuar y hacer que nuestros deseos se ajusten a Su voluntad.

Nuestra oración se vuelve entonces "efectiva" en la medida que permite para lo cual está hecha: acercarnos al Señor y hacernos descubrir la verdadera alegría que solo puede venir de Él, y es es el mas grande fruto.

¿Cuándo comenzar una novena?

No hay necesidad de esperar una fecha específica para comenzar una novena: el mejor momento es sin duda cuando sentimos la necesidad o el deseo de hacerlo.

La tradición propone rezar una novena antes de la festividad de un santo o de una gran festividad Litúrgica, como tiempo de preparación a esa fiesta.

Podríamos decir que los apóstoles tuvieron un "retiro" de nueve días en compañía de la Virgen para prepararse para Pentecostés.

Y así como el Adviento nos prepara a la Navidad y la Cuaresma a la Pascua, la novena permite prepararnos para el resto de fiestas que recordamos durante el año. En este caso, la novena comienza 8 días antes, de modo que el último día caiga en la fecha de la festividad.

Sin embargo el mejor momento para iniciarla es única para cada uno: para confiar una intención especial, para discernir y elegir mediante la oración, prepararnos para un gran evento o incluso honrar a un santo de forma espontánea.

Si el propio Jesús nos invita a depositar en él nuestras cargas porque son muy pesadas, ¿por qué deberíamos prescindir de su ayuda? Y si por ello pasamos, nuestras dificultades, y las de nuestros hermanos vivos o difuntos, podemos confiarlas a Dios durante una novena.

Devoción, NO Superstición.

Las novenas nos ayudan en nuestra oración cuando están adecuadamente valoradas en el contexto de una sólida doctrina. La novena no es magia

Una novena puede convertirse en superstición si se limita a buscar un deseo personal sin abrir el corazón a Dios y someterse a Su Voluntad.

El peligro no está en la novena sino en como se entiende esta oración.

Requiere humildad, confianza y perseverancia, tres importantes cualidades de la oración eficaz.

Innumerables santos rezaban novenas con gran devoción y a travez de los siglos muchos milagros se han logrado con la oración de novenas.

Necesitamos saber que cuando rezamos una novena lo primero que tenemos que pedir es que se haga la Voluntad de Dios.

No tengamos duda de que Dios siempre está pendiente de nosotros y sabe lo que es mejor para cada uno. Su sabiduría y su misericordia es infinita. Para Él ningún anhelo de nuestro corazón pasa desapercibido.

La novena pues, no es un conjuro mágico para obtener automáticamente lo que se desea.

Ante todo se trata de recurrir a nuestro Padre y permitir que Él nos otorgue sus gracias.

Fatimazo por la Paz.

🔸 Novenas - la Semana del Cristiano:
(doble click 👇🏻)

- Novena a las Benditas Almas del Purgatorio.
- Novena al Ángel Custodio.
- Novena al Señor San José.
- Novena a Jesús Sacramentado.
- Novena al Sagrado Corazón de Jesús.
- Novena a Nuestra Señora de Fátima.
- Novena a la Santísima Trinidad.

 

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