IMG_2740

INTRODUCCIÓN
Consagrarme a María

Sabías que todos tenemos dos mamás? Una en la tierra y otra en el Cielo. Tu mamá de la tierra es la que te llevó por nueve meses en su seno y te enseñó a hablar y a caminar. Ella te quiere mucho y siempre se preocupa por ti.

Pero en el Cielo, también tenemos otra mamá, que es la Virgen María, la mamá de Jesús y mamá de todos. Cuando Jesús murió en la cruz por todos los hombres, nos dejó todo lo que tenía, incluso su misma mamá, la Virgen. Él quería darnos el regalo más grande, el mejor de todos, y no encontró otro mejor que su misma madre.

Es por esto que todos tenemos dos mamás, una en la tierra y otra en el Cielo, y tenemos que ser buenos hijos y querer mucho a nuestras dos mamás.

¿Y cómo puedo ser buen hijo de mi mamá del Cielo, la Virgen María? Soy buen hijo cuando hago lo que a ella le gusta; y lo que más le gusta es que nos consagremos totalmente a ella.

¿Pero qué significa consagrarse? Consagrarse significa reconocer a la Virgen María como mi madre, pertenecer completamente a ella y hacer todas las cosas de tal modo que todos puedan darse cuenta de que yo soy su hijo. Significa, además, dejar que María haga conmigo y con mis cosas lo que quiera, porque estoy seguro de que ella sabe lo que es mejor para mí y sabe mejor que yo cómo repartir todo lo bueno que hago, en las personas que más lo necesitan.

Cuando nos consagramos a María, ella se pone muy contenta, porque así puede acercarnos a Jesús. Ella lo que más quiere es que conozcamos y amemos mucho a Jesús, y como eso no es fácil, ella misma nos lo quiere enseñar.

Ahora bien, para consagrarse, hay que estar bien preparados y aprender algunas cosas muy importantes. En estos días aprenderás cómo ser buen hijo de nuestra mamá del Cielo y podrás prepararte para consagrarte a ella.

Pero primero debes saber quién es san Luis María de Montfort, porque él fue el que nos enseñó a ser buenos hijos de la Virgen.

San Luis desde pequeño quería ser sacerdote y misionero para ayudar a todos a llegar al Cielo. Y tanto era el deseo que tenía de llevar a todos los hombres a Jesús que tuvo la mejor idea de todas: llevarlos a través de María, porque ella es el camino más fácil y más rápido para llegar a Jesús.

Por eso, durante toda su vida, san Luis trabajó mucho para hacer que los hombres amen a la Virgen. Escribió muchos libros y enseñó muchas cosas sobre la Virgen María. Tanto la quería que rezaba todos los días frente a su imagen
el santo Rosario.

San Luis es el maestro que mejor nos enseña cómo ser buenos hijos de María y prepararnos bien para consagrarnos
a ella.

 

< Anterior Siguiente >